NIGROMANCIAS: Niñez y educación democrática
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NIGROMANCIAS: Niñez y educación democrática

 


Para cimentar sólidamente a la niñez es indispensable poner el ejemplo y no repetir la historia cruenta, como el uso de armas letales 

“La educación forma, en gran medida, el carácter moral de los hombres (y mujeres) y las bases morales del gobierno” “El único método practicable para reformar a la humanidad es empezar con los niños…” (Noah Webster citado por Amy Guttman). Para lograr el objetivo de un nuevo modelo, de un nuevo paradigma global, que integre por igual a todos los “desiguales” es ineludible asumir la corresponsabilidad de la educación desde sus tres más importantes núcleos: el familiar, el escolar y el socializar. La interacción de estos campos aclara los ámbitos entre lo meramente individual y lo social; de la misma manera delimitan cada una de las esferas de actuación y conductas de cada ser humano: la intimidad, la privacidad y la publicidad o lo público.

En ese sentido, la base de este artículo es un libro que por el tema que toca, es difícil de no releer, aunque paradójicamente, también muy complejo de divulgar, de explicar, de popularizar. Tal es el caso de este recomendable texto que Amy Guttman escribiera y publicara hace ya algunos años (1987en inglés, 2001, traducción al español) cuyo título es “La Educación Democrática, una teoría política de la educación” (edit. Paidós, Buenos Aires)

Ahora bien, nos dice nuestra invitada a esta sección: “La infancia es un punto de partida natural para iniciar una discusión sobre la educación: los buenos hábitos y principios son más fáciles de inculcar a los niños (niñas) que, a los adultos y los gobiernos, en nombre de la educación, tienen más justificaciones para limitar la libertad de los niños (niñas) que la de los adultos. Pero al comenzar con la infancia no debemos olvidar el hecho de que los ciudadanos educados imperfectamente son, en concreto, los que deben educar a los futuros ciudadanos. No podemos suponer un filósofo rey perfectamente sabio, un tutor ideal para cada niño (niña) o padres que sin excepción promuevan virtudes democráticas en sus hijos (hijas)”. Nota: los paréntesis son míos, aunque imposible por ahora ensayar el lenguaje inclusivo aquí.

Hoy quizá sea pertinente retomar los momentos en que la humanidad ha reflexionado y acogido preocupación y ocupación por la infancia, la niñez que espera un en su consciente inocencia, en su natural inteligencia y su incorruptible hacer y quehacer, que todos esos documentos dejen de ser potencia y se conviertan en acto. Echemos un vistazo a algunos de las más importantes acciones en favor de la infancia y ponerlas en práctica permanente.

Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, elaborada por Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children Fund de 1924; Fondo Internacional de Emergencia para la Infancia ONU-UNICEF de 1946; Declaración Universal de Derechos Humanos, ONU,1948; Declaración de los Derechos del Niño, ONU, 1959; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ONU, 1966; Convención 138 (18 años edad mínima para trabajos de alto riesgo) OIT, 1973; Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado, ONU, 1974; Año Internacional del Niño, ONU, 1979; Convención sobre los Derechos del Niño, ONU, 1989; Cumbre Mundial en favor de la Infancia, 1990; Red de Información de los Derechos del Niño (CRIN) 1995; Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, OIT, 1999; Manual para cuantificar los indicadores de la justicia de menores, UNICEF, 2006. Más las propias de cada Estado y las particulares que se derivan de sus Constituciones o Normas Generales.

Soy un convencido de que el estado actual de la política, en general, es de transición, experimentación, educación, es decir, de procesos, aun inacabados, que nos lleven a nuevos estadios de vida política con un alto contenido de cultura democrática que nos permita un proceso civilizatorio verdaderamente humano, lejos de cualquier retroceso o regresión.  Pues si bien, salvo en algunas zonas geopolíticas del mundo, en lo que va de este siglo no hemos llegado a guerras mundiales ni a guerras químicas, si tenemos deudas pendientes con la humanidad en muchas materias pendientes – género, infancia y adolescencia, pobreza, etc., – como hacer realidad las grandes consignas de la historia revolucionaria – Libertad, Igualdad, Fraternidad- hasta ahora solo letras y enunciados plasmadas en documentos casi archivados. 

No debemos olvidar que para cimentar sólidamente a la niñez es indispensable poner el ejemplo y no repetir la historia cruenta, como el uso de armas también letales las de la indiferencia ante las enfermedades; ante la falta de empleos, ante el incremento desmedido de las desigualdades económicas; las guerras en contra de los derechos conseguidos por los trabajadores en los siglos XIX y XX y que han sido borrados del mapa constitucional del mundo; en fin esas guerra legaloides que usa la famosa herramienta que Marx profetizara como el arma más poderosa del capitalismo y el imperio para aniquilar toda esperanza de igualdad y de libertad reales en el mundo: el Derecho, sobre todo cuando este se usa en notoria balanza inclinada hacia los dueños o los depositarios del dinero sea público o privado.

De la mano de la familia nuclear, la escuela y la ciudadanía hacen del sistema educativo mexicano un empático proceso civilizatorio retomando nuestra fuerza cultural; hacer un frente común de la educación política y la política educativa, es decir, una ciudadanización verdadera, fuerte, real.  

Educación democrática es la esperanza de una mejor vida política, pues como remarcaba Amy Guttman “A pesar de que no podemos afirmar que la política democrática tenga primacía sobre la <educación política> (el cultivo de las virtudes, el conocimiento y las habilidades necesarias para la participación política) sí tiene primacía moral sobre otros objetivos de la educación pública. La educación política prepara a los ciudadanos para participar al reproducir de forma consciente su sociedad, y la reproducción social consciente es el ideal no sólo de la educación democrática, sino también de la política democrática…”

Pues en tanto nos llega un poco de ilustración es urgente despertar del sueño de la razón y volvemos a educar en el justo equilibrio entre lo racional y lo emocional, ojalá y que al menos por hoy haya paz y abracemos con mucho afecto y calor humano a la niñez, yo haré lo propio con la nena que hace mis días completos, mis sueños y mis realidades, por quien convierte todo defecto en virtud y todo mal en bien, para seguir siendo niño a su lado y jugar incansablemente, caminar, ir de paseo, recoger frutos, te abraza tío picos Alison. 

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