Sin responsables por la tragedia de Tula
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Opinión

Sin responsables por la tragedia de Tula

 


Por Ricardo Márquez

Era la noche del 6 de septiembre de 2021. Después de una lluvia torrencial que desbordó el río Tula, en Hidalgo, el agua empezó a llenar el primer piso del Hospital General de Zona con Unidad de Medicina Familiar (HGZ/MF) número 5 de Tula, del Instituto Mexicano del Seguro Social, que estaba ocupado por diversos pacientes, incluidos enfermos de Covid-19.
En el momento de la inundación, la energía eléctrica de todo el municipio dejó de funcionar. Después la planta de luz del nosocomio quedó colapsada bajo las aguas que seguían entrando, lo que provocó una falla en el sistema de oxígeno de los pacientes.
A la 1 de la madrugada, José Manuel, de 30 años y que llevaba varios días ahí internado por Covid-19, pudo avisarle a Catalina, su esposa, que se estaba quedando sin oxígeno. A esa hora, ella consiguió un concentrador y se dirigió al hospital. Llegó en una lancha a remos.
Durante las siguientes horas, médicos del hospital solicitaron en redes sociales el apoyo de las autoridades estatales y federales para poder trasladar a los pacientes a otros nosocomios y conseguir lo necesario para su atención. “Demandamos oxígeno para los pacientes de Covid, medicamentos, agua, fórmula para los bebitos, es la hora en que no nos han ayudando”. Imágenes y videos que circularon muestran como el hospital fue dejado a su suerte sin recibir la ayuda solicitada.
José Manuel murió en los brazos de Catalina a las 9 de la mañana. La ayuda llegaría una hora después.
Esa es la historia de uno de los 17 pacientes de Covid-19 que murieron aquel día en el Hospital No. 5 de Tula. Cuyo destino hubiera sido otro de haber recibido a tiempo el tan necesario oxígeno.
El director del IMSS, Zoé Robledo, primero adujo que no fueron advertidos de la situación. Que era imposible haber actuado por que no fueron avisados a tiempo del meteoro y no existía comunicación con los médicos y enfermeras que ahí laboraban. Después el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, lo desdijo y aseguró que recibieron los oficios de Conagua y que todos los funcionarios estaban alertados. También se evidenció que la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, y el Sistema Meteorológico Nacional, oportunamente avisaron de las extraordinarias lluvias.
En el fondo nuestras autoridades nada más hacen lo que mejor saben: repartirse culpas para evitar su responsabilidad. No es la primera vez, sino es el sello de la casa de la Cuarta Transformación. Ahí tenemos al mandatario señalando a los conservadores, a los fifís, a los neoliberales, a Salinas y a Calderón.
Cuando el presidente López Obrador y su equipo eran oposición no faltaba el día que acusaran las fallas del gobierno y exigieran responsables, como de lo ocurrido en la Guardería ABC, por lo cual altos funcionarios del Seguro Social están privados de su libertad.
Ahora Tula se suma a la larga lista de desastres de esta administración donde no hay responsables ni culpables, junto con Tlahuelilpan y la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. Y se siguen acumulando. El desabasto de medicinas, la parálisis económica, 100 mil homicidios.
No podemos permitir que nos sigan engañando con una falsa narrativa, mientras condenamos nuestro futuro y el de nuestras familias. Nos merecemos un México mejor. Uno en el cual la autoridad se responsabilice por su incompetencia e incapacidad. Ya basta.