Haití y Afganistán, dos crisis para los derechos de las mujeres
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Opinión

Haití y Afganistán, dos crisis para los derechos de las mujeres

 


El 19 de agosto conmemoramos el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, una fecha que cobra relevancia para las mujeres a la luz de que toda crisis, todo desastre natural y toda guerra tiene impactos de género diferenciados. Eventos recientes como el terremoto en Haití y el regreso al poder de los Talibanes en Afganistán lo confirman.
Antes del terremoto Haití ya vivía en una profunda crisis política y social que arrojaba escalofriantes cifras para las mujeres como un incremento del 377% de la violencia de género, donde particularmente la violencia sexual ha estado exacerbada. Además, los desplazamientos a partir del terremoto ponen en mayor riesgo a las mujeres de contraer enfermedades de trasmisión sexual como VIH. Ante este panorama, la reconocida científica y doctora haitiana Marie Deschamps ha expresado: “Las mujeres están atrapadas en el fuego cruzado entre la pandemia y la violencia”.
Por el otro lado está Afganistán, donde pareciera que el mayor enemigo para el régimen talibán son las niñas y las mujeres. Recordemos que de 1996 a 2001 fue el primer período en que los talibanes tuvieron el poder, una época que se recuerda como oscura porque la población en general, pero especialmente las mujeres afganas, vivieron severas restricciones a sus derechos humanos bajo la interpretación talibana del Islam.
Ante el dominio talibán las mujeres no pueden salir a las calles sin un hombre que funja como su “tutor”; el uso del burka de pies a cabeza es obligatorio; las niñas no pueden ir a la escuela; y a las mujeres les está prohibido ejercer derechos tan fundamentales como trabajar ó visitar centros de salud. Pensar en un retroceso de esa magnitud resulta terrorífico, especialmente para mujeres educadas; así lo han relatado mujeres periodistas a partir de la salida del presidente Ashraf Ghani: “En las últimas horas, nuestras vidas han cambiado y hemos estado confinadas en nuestros hogares, la muerte nos amenaza en todo momento. Vemos un silencio lleno de miedo a los talibanes que nos rodean”.
La activista por la educación de las niñas Malala Yousafzai, quien en 2012 sufrió un atentado armado por parte de los talibanes, ha expresado su enorme preocupación por la seguridad de niñas y mujeres, llamando a las naciones, especialmente a Estados Unidos a intervenir. No queremos pensar que esta situación pueda dar pie a otra guerra, pero la ayuda humanitaria y la disposición de los países para recibir a personas refugiadas, es clave en estos momentos.
Estas crisis humanitarias que se presentan a kilómetros de distancia no son ajenas a nuestra experiencia humana. La vulneración de las mujeres haitianas y el retroceso de los derechos fundamentales de niñas y mujeres en Afganistán nos afectan a todas, y por eso insistimos, tal como lo ha expresado la ONU, en que los derechos de las mujeres y las niñas deben estar al centro de la respuesta global ante las crisis.