Réquiem por un gran artista
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Opinión

Réquiem por un gran artista

 


Por Javier García Vigil

Querido Josefo, sigues estando sin vivir, me aterra pensar no tenerte en mi directorio; he leído sentidas y amorosas reflexiones de tus amigos y compañeros de trabajo sobre tu partida; cuánto más podríamos decir de ti quienes te conocimos y gozamos de tu amor, imaginación y alegría. Esto me hace reflexionar sobre lo que lograste transmitir a la gente que tocaste su corazón con tu arte, dando vida a los personajes en la escena de las óperas, siguiendo un libreto que se corresponde a un momento y a un espacio determinado; también nosotros quienes colaborábamos contigo fuimos impregnados por tu arte.
Recreabas un mundo donde fulguraba la vida. Todo ese público que asistió a tus funciones de ópera, estoy seguro, nos acompañaría en el dolor por tu partida, si solo se enteraran de que tu “función” ha terminado. En Oaxaca tomaste la estafeta que blandió, ya con dolor, nuestro admirado y querido director de escena, Enrique Rodríguez, entregando tu arte y tu amor; como reflejo de tu calidad humana, llegó contigo Rosa Blanes que daba luz, embelleciendo el escenario del majestuoso Teatro Macedonio Alcalá, y nos contagiaste de energía, hasta nos hiciste creer que todo era posible, al arquitecto Esteban San Juan, director del teatro, y a Judith Rosas, en ese tiempo, gerente de la orquesta, y con el ánimo vibrante nos pusimos a soñar despiertos y compartimos nuestros sueños con instituciones, personalidades y sectores sociales originando la “Ópera en Oaxaca” de manera sustentable y periódica durante un buen tiempo.
¡Ah!, y los artistas que estuvieron con nosotros, eso no significó un problema, acudieron a tu regazo como acuden los pajaritos al arrollo, a la flor, al nido. Termino, querido Josefo, diciendo que en mis adoloridos recuerdos siempre estarás; y gracias, muchas gracias por todo.

José Antonio Morales (1940-2021)

Nació en el barrio de Santa María La Rivera de la ciudad de México. En 1962 debutó como novillero, teniendo como maestro al matador Alfonso Ramírez “Calesero”; se inició en las artes escénicas como bailarín de flamenco, llegando a actuar en la sala de arte “Zambra 1900” en Madrid. Inmerso en el arte escénico, se desarrolló como coreógrafo, libretista, director de escena y creador de espectáculos multidisciplinarios, amalgamando poesía, canto, danza multimedia y teatro. Fundó el “ballet teatro Flamenco”. Fue director de los espectáculos de la actriz Ofelia Medina y el cantante Plácido Domingo. Su emotiva pasión la plasmó en su dirección escénica de la ópera Carmen de George Bizet, siendo reconocido como un gran exponente de esta trágica historia. José Antonio Morales fue un alegre promotor de la ópera en México, abriendo cause a esta manifestación artística en los estados de Sinaloa, Tamaulipas, Michoacán, Oaxaca, Jalisco, San Luis Potosí y en el estado de Guanajuato, entre otras entidades del país. Sus direcciones escénicas en el Palacio de Bellas Artes proyectaron la solidez de su arte escénico. La trayectoria de José Antonio Morales deambuló en México ofrendando el arte al pueblo.

*Maestro del Conservatorio Nacional de Música