Bloqueo, extorsión y secuestro
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Opinión

Bloqueo, extorsión y secuestro

 


La semana pasada y parte de la actual, se presentó durante más de ocho días un bloqueo en la carretera 185 en la región del Istmo de Oaxaca.
Los bloqueos son cotidianos en el Istmo, luego no habría razón para protestar por enésima vez, sin embargo, el bloqueo que refiero asumió características tan graves, que es indispensable que las autoridades competentes tomen acción inmediata y se persiga judicialmente a los responsables, para someterlos a juicio y en caso de encontrarlos culpables, aplicar la ley y la sanción penal que corresponda.
Además del bloqueo, que en sí implica impedir la libertad de tránsito, se comete el delito de ataque a las vías generales de comunicación. Resulta, según denuncias hechas de viva voz en los noticiarios de la radio locales por los operadores de camiones de mercancías, tuvieron que pagar cosa de dos mil quinientos pesos para que los dejaran pasar, además que los automovilistas que requirieran el paso, debían pagar quinientos pesos a los bloqueadores.
Los hechos se registraron por allá del cruce a la localidad de San Juan Mazatlán y, según los medios, los “delincuentes” eran vecinos de cuatro agencias municipales de ese municipio.
Por si fuera poco, resulta que transitaba por esa carretera la diputada Yarith Tannos Cruz, (espero haber escrito correctamente su nombre) y al ser detenida por el bloqueo bajó del auto para dirigirse a los bloqueadores y ofrecer su mediación para resolver el conflicto que originaba los hechos, y resulta que fue secuestrada por aquellos que bloqueaban y tenida en reclusión como “Rehén”, para obtener lo que reclamaban.
Sea cual fuere lo reclamado, no existe razón alguna para secuestrar a una persona, con mayor razón la dama que actuaba de buena fe, y hay que recordar que el secuestro es un delito de los llamados de tracto sucesivo, que se cometen minuto a minuto durante el tiempo que pase en cautiverio la persona secuestrada.
En ese contexto, solo hay que imaginar los “miles de pesos” que obtuvieron esas personas con su extorsión, al detener a cientos de vehículos durante tantos días.
Sí, ataque a las vías generales de comunicación, extorsión y secuestro.
Ahora bien, parece que los secuestradores requerían que el Municipio les pagara cosa de diez millones de pesos de participaciones federales que, según ellos, les correspondía de los ramos 28 y 33 seguramente.
Lo insólito es que el Gobierno del Estado, según los medios, les hizo llegar nueve millones novecientos mil pesos y entonces liberaron a la diputada, a quien tuvieron secuestrada en condiciones infrahumanas, cosa de tres días.
Así las cosas, es imprescindible que la dama secuestrada presente denuncia de hechos ante las autoridades competentes, para que en su caso la Fiscalía correspondiente investigue e identifique a los líderes o líder responsables y entonces se proceda a solicitar la orden de aprehensión.
De no hacerlo así, el caso será imitado por otras autoridades municipales, ya auxiliares ya del ayuntamiento que corresponda, con la posibilidad que se presente una tragedia mayor.
Yo también soy pueblo.
Por allí nos encontraremos.