Yo amo la Guelaguetza pero…

En pleno mes de julio, mes de las Fiestas del Lunes del Cerro, vivimos una tranquilidad que espero no presagie tormenta.

Lo digo porque los radicales de la CNTE acostumbran amenazar la celebración de la Guelaguetza año con año, aunque en esta ocasión como ganó las elecciones en forma abrumadora su gurú López Obrador, es posible que estén domesticados para no ensuciar tan importante victoria electoral.

Es curioso, pero como por arte de magia desde el lunes de la semana que transcurre se disiparon todas las acciones de grupos que bloqueaban calles, carreteras, impedían el acceso a centros comerciales Y levantaron sus campamentos, lo que hace que mucha gente piense que esos movimientos estaban orquestados y conectados con la elección del pasado uno de julio.

Como sea, si han alcanzado el poder los morenistas, tanto en la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, la legislatura local de Oaxaca como en la mayoría de los ayuntamientos que se rigen por el sistema de partidos, bueno, ojalá se estén sosiegos y nos dejen vivir en paz.

El caso es que parece que la Democracia mexicana está alcanzando la mayoría de edad, porque hay que decirlo, el resultado de las elecciones se dio en un marco cien por ciento democrático, virtualmente sin incidentes notables, salvo claro está algunos robos de boletas y quemas que en ninguna forma son representativas y menos pusieron en peligro los resultados electorales finales.

El primer Lunes del Cerro se va a llevar a cabo con su respectiva Guelaguetza hasta el día lunes veintitrés, ya que hay que recordar que es tradición que se lleven a efecto el lunes siguiente a la festividad de la Virgen del Carmen que se conmemora el día dieciséis de julio, y como esa fecha cae en lunes, bueno, el Lunes del Cerro y la Guelaguetza se trasladan hasta el siguiente, insisto, el día 23.

Así las cosas, les platico que asistí a una charla el pasado jueves en el Archivo General del Estado, en donde distintas personalidades de la cultura en Oaxaca, disertaron sobre las Fiestas, la Guelaguetza y la Diosa Centeotl, y allí se acuño una frase encantadora: “Amo la Guelaguetza pero amo más los Lunes del Cerro”. Parece que esta frase es de Demetrio Quiroz. Si es de alguien más, por favor envíeme una señal de humo para aclararlo.
Se quiere dar fuerza al hecho tradicional de estas fiestas, que son anteriores al espectáculo que hoy conocemos como Guelaguetza, y que esta se inscribe en Los Lunes del Cerro y no al revés.

Esas charlas, auténticas conferencias en el Archivo General que acertadamente dirige Emilio De leo Blanco, son de lo más interesante y se están dando el primer jueves de cada mes, en donde se tratan asuntos culturales del mayor rango.

En esta ocasión disertaron Prometeo y Claudio Sánchez Islas, Demetrio Quiroz, Concepción Villalobos, Guillermo García Manzano y María Luisa Acevedo Conde, quienes brindaron una charla memorable que espero esté grabada, porque en ella se dieron los antecedentes históricos de las fiestas, tanto en lo religioso como en lo civil, así como el origen del espectáculo dominante este mes, la Guelaguetza, que se ha convertido en una marca turística de nivel internacional, que amenaza devorar a los Lunes del Cerro, por eso hay que defender las tradiciones y poner a cada acción en su lugar.

Yo también soy Pueblo.
Amo la Guelaguetza pero amo más los Lunes del Cerro.
Por allí nos encontraremos.