Sin canasta básica
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Sin canasta básica

 


El fracaso de la política económica del gobierno mexicano ya está a la vista, al portador; “sin enganche y sin fiador”. De hecho así ha sido a lo largo de los cinco años recientes, aunque el discurso político insistía en que todo aquí va bien y que cuando hay turbulencia es por el impacto de la economía internacional en la nuestra, particularmente la de Estados Unidos de América…

Y así durante cinco años y más: Por ejemplo el combustible; se argumentaba –y aun argumenta el candidato del presidente Peña Nieto a la presidencia de México, José Antonio Meade Kuri-Breña—que esto se debe al impacto de los precios internacionales y a las condiciones económicas mundiales. O sea, que el mundo tiene la culpa de lo que pasa aquí.

Y nuestra economía es tan débil que por sí misma no puede resistir estas conmociones y, a diferencia de muchos otros países que también son parte del mundo, a nosotros nos daña más, a pesar de nuestra presunción de ser un país con petróleo y con una macroeconomía resuelta, según decía ese mismo discurso más político que económico.
Pero nada, que de pronto eso de que las reformas estructurales han sido un canto de sirenas y ya se cae del mensaje político; pasan a segundo plano porque mencionar sus resultados en tiempos electorales es ‘políticamente incorrecto’.

Entonces ¿por qué si la macroeconomía mexicana está archi fortalecida –según dicen ahí—la microeconomía está por los suelos?

Por filtraciones que se conocieron de algunas de las mesas de análisis para ver si sigue o no el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tanto los representantes de Estados Unidos como de Canadá acusaron al gobierno mexicano de “empobrecer a su población de forma deliberada”.

Esto en razón a los bajísimos sueldos que se pagan aquí por mismo trabajo y misma jornada laboral con relación a lo que allá se paga. Esto obliga a replantear la relación de desventaja con aquellos países porque –dicen- inversionistas prefieren pagar estos salarios miserables a pagar los altos sueldos en Canadá o EUA, por lo que se enriquecen con el trabajo mexicano. Y esto es que, aquí un trabajador mexicano gana por ocho horas lo que allá gana un trabajador en una hora.

Pero, bueno. El resultado final está ya aquí, como cada año, pero éste más acentuado porque a raíz de la liberación de precios de la gasolina, del precio de los combustibles y la luz, se afecta a los precios de todo: particularmente los de la canasta básica, incluso medicinas, ropa, artículos escolares, zapatos y todo-todo-todo, está fuera de las posibilidades de adquisición para la gente de a pie.

Y esto lo sufren ya estos consumidores y la misma clase media mexicana tan bochornosa y que con un soplido cae en niveles de pobreza, como ya está ocurriendo en este mismo momento, en tanto que la miseria se incrementa, sobre todo para gente del campo, de ese mismo campo desahuciado e improductivo para nuestro propio consumo.

Así que pasadas las fiestas y vueltas con los pies en la tierra, las amas de casa, que saben de economía más que el señor Meade, se encontraron con que por la misma cantidad –o menor- cantidad que se les da de gasto para la quincena alimenticia y de haberes domésticos, ahora tendrán que comprar menos o no comprar o cambiar hábitos alimenticios y de vida:

Ejemplo: apenas el 6 de enero de este año nuevo, los productos básicos incrementaron sus precios de forma alarmante para todos, incluso para los comerciantes que ahora venden menos-ganan menos:
‘Mientras que en enero de 2017 el precio máximo del kilo de huevo era de 24 pesos [y ya era muy caro], a la fecha el producto a granel es de 34 pesos, un incremento de 34%, mientras que el paquete de 12 blanquillos se comercializa en 26.88 pesos; los mayores incrementos se registraron en los precios del gas LP, porque a principios de 2017 el tanque de 20 kilos se vendía en promedio en 315.5 pesos, y para el presente mes subió más de 24%, a 391 pesos…’ (Ivette Saldaña)

En 2017 el precio promedio del kilo de aguacate fue de 42.74 pesos, de la cebolla 31.28 pesos, del jitomate 20.44, la bolsa de dos kilos de azúcar se vendía en 49.65 y el limón a 23.69 pesos. Hoy estos precios tienen un incremento promedio de 40% a más. El salario mínimo aumentó 10%. Según la Profeco el jitomate bola se vende en promedio a 41.53 el kilo y el saladet a 35.79.

Muchos mexicanos se tendrán que quedar sin canasta básica y apenas podrán hurgar en lo mínimo o absolutamente necesario… ¿Y qué pasará con quienes no tienen trabajo ni ingresos? ¿Y los 20 millones de mexicanos que no tienen ni para hoy ni para mañana? ¿Y la salud? ¿Y la escuela? ¿Y la ropa y los zapatos?…

Este es el panorama bajo el puente hoy en México. Y este es el retrato de lo que hay, para quienes quieran gobernar al país a partir de diciembre de este año…

Por supuesto todos los candidatos prometen que esto se solucionará… como lo prometieron hace seis años… hace doce años… hace diez y ocho años…