Debido a la falta de producción suficiente en algunas frutas de la temporada, la cantidad que deberá erogar una familia oaxaqueña para la instalación de un austero Altar de Muertos, en promedio alcanza los 800 o mil 200 pesos en caso de ponerle el infaltable chocolate.
Y es que el costo de los productos básicos para la colocación de la ofrenda de los fieles difuntos puede variar dependiendo de los elementos que se incluyan y su tamaño; hace un año se requirieron no más de 600 pesos para surtirlo.
Cabe recordar que la celebración del “Día de Muertos” es una tradición milenaria, que se remonta a la época prehispánica, pero que aquí en Oaxaca a escasas dos semanas los mercados comienzan a llenarse de colores vivos.
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Un ejemplo de esto son los mercados de la ciudad en donde los productos de la temporada y que son básicos, tales como jícama, el tejocote, manzana criolla o nacional, así como mandarina, cacahuate y nuez comienzan a inundar los puestos.
En un recorrido por varios puntos de venta, se pueden observar en su máxima expresión la ancestral técnica de oferta y demanda, debido a que los precios han sido establecidos aún accesibles debido a que el denominado mercado de Todos Santos será en una semana aproximadamente, ya que aún falta para el día 31 de octubre, Primero y Dos de Noviembre.
Lo que más llama la atención es el precio de la mandarina, toda vez que los clientes han optado por esperar la vendimia de los días cercanos a la festividad.

No obstante, actualmente el precio del cítrico no baja de los 100 pesos la mandarina nacional y hasta 130 pesos el kilogramo de mandarina importada, dichos precios, argumentan los vendedores, se debe a la prolongada sequía de años anteriores.
Los comerciantes señalaron que para este año, no se espera disminución en los precios, pues no hay producto de buena calidad en el mercado mexicano, lo cual se puede advertir en los diversos puntos de venta.
Otros infaltables como la manzana criolla, cacahuates, caña, nuez y flores no bajan de los 60 pesos por kilogramo, incluidas las flores en donde cuatro borlas alcanzan un precio de 100 pesos.
Resalta que, en la tradición nacional, el festejo se hace en recuerdo de los muertos y radica primordialmente en la creencia de que las almas de los difuntos regresan del otro mundo para convivir con sus familiares, primero los infantes y luego los adultos.