Con más de 21 años de existencia, la Unidad Canina de la Policía Estatal de Oaxaca sigue formando binomios entre biosensores y policías que se construyen a través de trabajo, cariño, amor y lealtad hacia el trabajo policiaco.
Sus inicios
El policía tercero, Humberto Luna Peláez, perteneciente a la Policía Estatal y adscrito a la Unidad Canina que se identifica como (k-9), explicó que esta Unidad nació un 16 de junio el 2001 en apoyo a la Unidad Policial de Operaciones Especiales para complementar el trabajo de los elementos policiacos en la detección de narcóticos, armas, municiones, explosivos y rescate de células muertas, así como para guardia y protección.
La Unidad Canina se basa en el uso de biosensores, como le llamamos a los caninos; biosensores viene de una palabra técnica, bio que significa vida y sensor es el canino, ellos son parte esencial para realizar nuestro trabajo de manera eficiente y rápida, actualmente tenemos 16 caninos de la raza pastor belga y pastor holandés porque son muy activos, despiertos y con buena capacidad olfativa y de memoria”.
Entrenamiento
El mando policiaco expuso que la primera etapa de entrenamiento de los biosensores, inicia a los dos meses de edad cuando ya son destetados. “Lo primero que se debe hacer es la parte de la socialización, posteriormente inicia su entrenamiento ayudándonos a explotar y utilizar su instinto de caza, ya que superan esta etapa pasamos para que aprendan a olfatear el aroma para ubicar explosivos, narcóticos, armas o células muertas, cuando ya se les aplicó el aroma, pasamos a la siguiente etapa que es la de ubicar y marcar”.
Luna Peláez señaló que una vez superada estas etapas, “cuando el biosensor ha alcanzado estos niveles pasamos al área operativa cuando ya se encuentran en condiciones para ser perros policías.
Derecha: “Estos canes son como deportistas de alto rendimiento y deben tener una alimentación de excelencia”: Juan Manuel Olvera García, médico veterinario de la Policía Estatal.
Binomios
Así como los biosensores adquieren conocimientos especiales, sus compañeros policías también deben contar con conocimientos básicos para su manejo y así formar el binomio perfecto para cumplir con las labores policiales.
De acuerdo a la capacidad del elemento se le asigna un biosensor para que se haga responsable, hay una conectividad que se tiene que dar entre ellos, porque esa conectividad nos ayuda mucho para poder desempeñar nuestro trabajo porque el biosensor se adapta mucho con nosotros y nosotros con ellos, el trabajo equivale a un buen desempeño, a una buena labor y un buen resultado”.
Explicó que las capacidades de los caninos se miden del 1 al 10 y en base a ello se les asignan las áreas que deben desempeñar. “Algunos aprenden más rápido que otros, cada uno tiene capacidades especiales, unos desde los dos meses ya están listos para entrenar y otros hasta el año”.
Cariño, amor y lealtad
El policía estatal, Alfredo Luis Toledo y Tyson es uno de los 16 binomios con que cuenta la Unidad Canina de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca (SSPC), mismo que se ha construido a base de trabajo, cariño, amor y lealtad.
Es una relación que no se puede explicar solo podemos sentir, es un apego de él hacia mí y de mí hacia él, es una lealtad que nos tenemos los dos, va basado hacia el amor por el trabajo, cariño, juegos o muchas cosas que llama al perro para que nos relacionemos mucho como una buena amistad, cuando concluye el turno a veces es difícil separarnos durante el día porque llegamos a sentir una hermandad, una amistad desde que son cachorros hasta la edad adulta”.
De acuerdo con los estándares que siguen los binomios, desde que inician sus entrenamientos están sometidos a cursos de adiestramientos de alto rendimiento, por lo que un biosensor puede ser jubilado en un rango de edad de los 8 hasta los 10 años.
Cuando nos toca trabajar, aprovechamos todo el tiempo para prepararnos, ya sea dentro de la Unidad o también para relajarlo o sacarlo a correr, estamos 24 por 24 y lo aprovechamos al máximo”.
Luis Toledo señaló que Tyson tiene actualmente un año con ocho meses de edad, “relativamente es un perro joven y apenas está empezando en esta actividad, su especialidad es la búsqueda de narcóticos, además de contar con cursos de avanzada, guardia y protección”.
Por sus características, el pastor belga malinois, se ha caracterizado por la localización de drogas como el cristal y armas. “También es muy hábil para localizar cocaína y mariguana, es un biosensor muy activo por su edad”.
Cuidados especiales
Debido sus características y cualidades, el policía estatal y médico veterinario Juan Manuel Olvera García, encargado del área de Veterinaria de la Unidad Canina, explicó que estos canes son como deportistas de alto rendimiento y deben tener una alimentación de excelencia, “por eso les estamos dando la mejor alimentación que les ayuda a controlar al estrés que están sometidos”.
Requieren de muchos cuidados desde que están en la Unidad hasta que salen a patrullar y al realizar sus actividades, cuando realizan sus recorridos se les revisa lo que son las patas, que no tengan ninguna herida porque a veces de lo que más padecen son de los cojinetes por la búsqueda de narcóticos y a veces de células muertas que realizan”.
Recomendó a la ciudadanía que antes de contar con una raza como los pastor belga malinois o pastor holandés, se aseguren que les puedan proporcionar todos los cuidados, “porque a veces se vuelven razas de moda, pero necesitan muchos cuidados, la gente que los llega a tener a veces los encierran en terrenos baldíos y a veces eso les genera una conducta agresiva y no deseables, por eso recomendamos que si no se tiene el espacio o el recurso para mantenerlos, no es viable tenerlos en casa”, destacó.
