Aunado a la competencia desleal que enfrentan por la circulación de los camiones doble remolque en el estado de Oaxaca, transportistas que llegan al Mercado de Abasto “Margarita Maza de Juárez”, deben pagar cuotas para poder descargar sus mercancías.
Integrantes de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas, A.C. (AMOTAC), denunciaron que desde hace varios años las autoridades municipales y estatales, perdieron la rectoría en el mercado más grande de Oaxaca en el sector transporte, por lo que ahora los operadores deben pagar altos costos.
Miguel Ángel Solís Santiago, coordinador nacional de la AMOTAC, afirmó que la misma autoridad ha dejado crecer la anarquía que existe en los sindicatos violentos que operan en la entidad oaxaqueña, lo que ha generado que ellos controlen la Central de Abasto.
Existe un problema muy fuerte en la Central de Abasto de Oaxaca, quienes tienen la rectoría son los sindicatos, antes solamente representaban a los trabajadores del volante, pero ahora ya operan como si fueran carteles de la delincuencia”.
Lamentó que la finalidad con que se crearon los sindicatos haya perdido el rumbo, “porque ahora en vez de apoyar a los transportistas a regularizarse, en vez de defender al hombre camión, están viviendo de los transportistas”.
Cuando uno llega a la Central solamente están viendo a qué sindicatos perteneces para que te cobren piso, si perteneces a otro sindicato o trabajas de manera independiente te hacen quitar tu distintivo para que sean ellos quien te cobre el piso”.
Detalló que por camión que descarga en la zona de la Central de Abasto, el operador se ve obligado a pagar 500 pesos, “para ellos es un negocio redondo porque entre más carros lleguen mejor, solamente 10 camiones que ingresan son 5 mil pesos, pero diariamente llegan decenas de unidades a descargar”.
Solís Santiago señaló que ante esta situación, la autoridad ha sido omisa y cómplice de los sindicatos violentos, incluso los transportistas que se han atrevido a denunciar han sufrido represalias.
Si no pagas, la pasas muy mal, se han protegido de la impunidad, ya ni siquiera es un tema de usos y costumbres como se acostumbra en Oaxaca, es un tema de delincuencia y falta de la aplicación del estado de derecho”, afirmó.
