Ante la crisis de la basura que ha afectado a la ciudad en los últimos 42 días, el municipio arrancará un programa piloto para la separación de residuos, pero ahora para el servicio de barrido, que se realiza principalmente en el centro de la ciudad.
A través del pintado de botes en color verde (para lo orgánico) y la permanencia del naranja para los orgánicos, se espera que las y los barrenderos recolecten de manera separada los desechos.
Por ahora se han pintado poco 36 tambos, aunque la idea es que sean 110. Así cada trabajador seguirá laborando con dos recipientes, pero clasificados.
En el caso de los orgánicos se planea otorgarlos a particulares que elaboran composta o que se dedica a actividades agrícolas o ganaderas para su aprovechamiento.
Ferdinando Rosado Duarte, secretario de Servicios Municipales, explica que aun con la falta de un relleno sanitario y el impedimento para acceder al bosque El tequio (donde se empezó la composta municipal), la separación de residuos es una idea consolidada en la población.
Esta inició en junio en el barrio Jalatlaco y después se extendió a La Noria. Tras el cierre del tiradero de Zaachila, se optó por ampliarlo en diversas rutas iniciando por el centro y en agencias como San Martín, Santa Rosa, entre otras partes de la ciudad.
Los días en que de manera masiva se recolectaron por separado los desechos orgánicos e inorgánicos hubo muy buena respuesta, expuso Rosado. En cuanto a los orgánicos, los camiones compactadores lograron reunir 230 toneladas en cada uno de los dos días en que se efectuó previo al cierre del Tequio.
“Eso para nosotros es un éxito porque el rechazo fue mínimo”, señaló el funcionario, quien refiere que ahora se iniciará la segunda etapa del programa piloto de separación de residuos, pero con las y los barrenderos.
Se estima que a diario los barrenderos recolectan 7 toneladas de residuos (mezclados). Se espera que al terminar el pintado se recolecten tres toneladas de orgánicos y el resto sean inorgánicos.
Recolección intermitente, pero en vías de regularizarse
Debido a la crisis y la falta de un relleno, la autoridad ha tenido que enviar los desechos a otros estados del país, un gasto que tan solo en la primera semana rebasó los 2 millones de pesos. Aunque ya se cumplieron dos semanas de esta medida, el municipio informó que poco a poco se irá regularizando el servicio.
Sin embargo, las protestas de vecinos persisten a través de abandono de residuos en la vía pública o el bloqueo de vías con tales desechos.
Rosado Duarte reconoce que el servicio seguirá con deficiencias hasta que no se cuente con un espacio de destino final y no se recuperen los 9 camiones compactadores retenidos en San Sebastián, San Pablo Etla.
Pero que a pesar de ello se traslada la basura a otros estados del país y para ello se usa como centro de transferencia un área del playón del río Atoyac.
Por ahora, Rosado descarta que se recupere el espacio del bosque El Tequio para el compostaje.
