Tras confirmar la localización de los cuerpos de la activista Sandra Estéfana Domínguez Martínez y de su esposo Alexander Hernández Hernández, el titular de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), Bernardo Rodríguez Alamilla, afirmó que la principal línea de investigación sobre el caso fue una lucha entre bandas criminales.
“La desaparición se da en un contexto de lucha o pelea entre células de la delincuencia organizada en el que estaba involucrado Alexander, esposo de Sandra, a quien tenemos identificado como parte de uno de los grupos, se enfrentó o había enfrentamientos con otro grupo y presumimos que ellos los levantan y los desaparecen”, destacó el fiscal.
En la línea de tiempo, detalló que la denuncia de la desaparición de Sandra y Alexander, se recibió el 8 de octubre de 2024, en la cual las y los familiares dieron a conocer que no sabían nada del paradero de la activista oaxaqueña y de su esposo desde el viernes 4 de octubre, siendo en María Lombardo de Caso, municipio de San Juan Cotzocón de la región de la Cuenca del Papaloapan, donde los vieron por última vez con vida.
En la investigación y esclarecimiento de los hechos participaron las comisiones estatales de búsqueda de personas de los estados de Oaxaca y Veracruz, así como las policías estatales de ambas entidades, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Guardia Nacional, CONASE y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

De los primeros indicios que fueron localizados en el mes de octubre de 2024 destacan la localización de la camioneta de las víctimas en Playa Vicente, Veracruz, después el teléfono celular de Sandra el 17 de octubre en el que una persona fue detenida.
El 29 de enero de 2025, las fuerzas de seguridad intentaron ejecutar una orden de aprehensión contra una persona identificada como Artemio García Torres, por el delito de desaparición cometida por particulares, quien habría sido el autor material e intelectual de la desaparición de la activista y su esposo, sin embargo, los elementos fueron recibidos a balazos y un agente federal perdió la vida al igual que García Torres y otro de sus gatilleros. Posterior a estos hechos, el 1 de febrero de 2025, fue detenida una persona que habría participado en este delito.
Finalmente, en los días 22, 23 y 24 de abril, las fuerzas de seguridad y de procuración de justicia, estatal y federal intervinieron en tres puntos de interés, por lo que fue el 24 de abril de 2025, cuando se desplegó un operativo para dar cumplimiento a una orden de cateo en un inmueble ubicado en el camino de terracería que conduce de La Ceiba a Unión Progreso, en Santiago Sochiapan, dentro del estado de Veracruz donde hallaron dos fosas donde se encontraban los cuerpos sin vida de las víctimas.
Rodríguez Alamilla señaló que los restos fueron trasladados al Instituto de Servicios Periciales para practicar los estudios científicos que nos permitieron establecer la identidad de las personas localizadas, confirmando que se trata de Sandra Estéfana Domínguez Martínez y Alexander Hernández Hernández.
“La línea principal de investigación es que fue un conflicto entre células delictivas en la zona, tenemos identificado a cuatro grupos en la zona y una de lado de Veracruz, la lucha tiene que ver con la muerte de un líder delincuencial en mayo del año pasado, la muerte de esta persona deriva la pelea de una serie de grupos para hacerse del poder que deja esa persona, Sandra pudo haber estado en un lugar correcto en un momento incorrecto”, apuntó.