De 42 años de edad, Rosalba no cuenta con vacunas contra diversas enfermedades desde la infancia, tal y como decidió hacerlo con sus hijos de 8 y 4 años de edad.
La mujer originaria de Oaxaca de Juárez, cuenta que su familia es “antivacunas” y expresarlo de manera abierta sólo les genera críticas y cuestionamientos de quienes sí cumplen con el esquema de vacunación.
“Mis hermanos tampoco tienen vacunas y no nos ha pasado nada. Así hemos sido educados e independientemente de muchas cosas, creo importante el respeto para quienes no deseamos vacunarnos”, expuso.
Así como el caso de Rosalba, en la entidad persisten familias completas “antivacunas”, pese al surgimiento de diversas enfermedades como la tosferina y el tétanos.
Un reciente caso de personas adultas que no cuentan con vacunas desde la infancia, sucedió hace unas semanas en un hombre de 48 años de edad que se encuentra en un hospital de Oaxaca, por la enfermedad de tétanos.
Fuentes extraoficiales del sector salud aseguraron que el hombre originario de Tuxtepec no contaba con una sola vacuna en la cartilla nacional de vacunación, al igual como otros miembros de su familia.
Se supo que el hombre se negó a recibir la vacuna contra el tétanos luego de que un objeto de fierro le provocara una herida, la cual generó el surgimiento de la enfermedad que afecta los nervios y los músculos del cuerpo.
La bacteria se encuentra en el suelo, el estiércol, la saliva y el polvo. “La infección se produce por la entrada de la bacteria en el cuerpo a través de heridas, como cortes profundos o quemaduras”.
Los síntomas del tétanos incluyen “espasmos musculares en la mandíbula que dificultan abrir la boca, convulsiones, dificultad para tragar o respirar, rigidez en el cuello, los músculos pectorales y de la pantorrilla, temperatura elevada, sudoración, presión arterial elevada y ritmo cardíaco rápido”.