Las estafas o extorsiones por servicios de mensajería instantánea se incrementaron en la entidad hasta en 200% en los últimos dos años, al igual que por llamadas telefónicas y plataformas de videojuegos.
Sin embargo, es la “estafa del aval” o el robo de identidad el que ha tenido un gran incremento en los últimos meses, representando al menos el 30% de los reportes que recibe la Unidad de Policía Cibernética.
Mauricio Valdés Suro, responsable de esta unidad estatal, explicó que se han tenido reportes de actos de cobranza ilegal por medio de la instalación de aplicaciones de préstamos en dispositivos, proporcionando acceso a la información de las personas que solicitan el efectivo.
Estos actos de cobranza se realizan por medio de extorsiones, amenazas e intentos de fraude, utilizando la información almacenada en los dispositivos, que son fotografías y listas de contactos, a los cuales les están enviando de manera reiterada mensajes intimidatorios y de difamación hacia la persona que solicitó el préstamo”.
Recordó que derivado de la contingencia sanitaria por Covid-19, la incidencia delictiva a través de las diferentes tecnologías se ha incrementado de manera exponencial, pero ese tipo de conductas que hace referencia a las aplicaciones de préstamos, se convirtieron en un gran problema en el ámbito nacional, atendido de manera puntual por un Comité de bioseguridad.
Por eso es importante hacer conciencia sobre los riesgos en la instalación de este tipo de aplicaciones y el proporcionar permisos excesivos a las mismas”, destacó el titular de la Unidad de Policía Cibernética.
Agregó que en temporada vacacional muchas personas recurren a este tipo de préstamos por empresas que no están reguladas ni registradas ante las instancias correspondientes como la Condusef y que se prestan a conductas delictivas.
La estafa del aval
La estafa del aval ha sido una de los delitos que más se han presentado en el estado, que consiste en mensajes enviados por Whatsapp para intimidar y extorsionar a personas que señalan como avales de una supuesta deuda que se debe pagar.
Este delito consiste en el robo de identidad de uno de los contactos, de quien envían su foto y aseguran ser deudor de cierta cantidad de dinero, por la cual la persona que recibe el mensaje debe saldarla de manera inmediata.
Lamentamos las molestias que esto causa, pero la persona (***) la dejó como aval con la información que nos proporcionó. A él no le interesó realizar su pago de manera inmediata. Se le notifica a usted porque como aval estará recibiendo mensajes y llamadas durante lo que resta del día y noche…”, comienza el texto del mensaje.
Advierte también que si no se refleja el pago, la cobranza se pasará al supuesto aval con llamadas y mensajes, con una solicitud para un posible embargo. “También indíquele que tenemos su Facebook y si su pago no está en 10 minutos, lo boletinaremos por ese medio”, finaliza el mensaje, con la imagen de la persona que supuestamente debe.
Durante esta contingencia sanitaria, se disparó la incidencia por amenazas, el delito contra la intimidad sexual con imágenes y videos, los fraudes al comercio electrónico y a la banca en línea, así como la suplantación de identidad para cometer conductas nocivas o delictivas, sobre todo en Valles Centrales, Cuenca del Papaloapan e Istmo de Tehuantepec.
Ante esta situación, organismos como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomendaron a la población no dejarse engañar por la aparente rapidez para el otorgamiento de créditos que ofrecen algunas empresas.
En caso de requerir financiamiento, debes cerciorarte de la identidad y registro de la institución ante la Condusef. Es mucho más seguro acudir con instituciones financieras debidamente autorizadas. No entregues documentos personales o datos de tarjetas de crédito o débito, si tú no has contactado primero al banco”, expuso la Condusef.
