Los campos de flores y de frutas y verduras resintieron los efectos de las tormentas y granizadas del fin de semana. Además de los encharcamientos, inundaciones y caídas de árboles como las registradas en la capital oaxaqueña, en algunos municipios conurbados el daño fue para el campo.
A través de redes sociales se dio a conocer una de estas afectaciones en el cultivo de flores. Aunque otras más se registraron en los puestos de venta en el Mercado de Abasto “Margarita Maza de Juárez”, en donde las deficiencias en la infraestructura pluvial provocaron anegaciones y la pérdida de flores en el local de Natividad.
Aquí se metió mucho el granizo, lo de las pichanchas se vino para acá y se echó a perder mucho”, contó la vendedora de flores y arreglos. Aunque ella expende flores traídas de Puebla, quien por más de 20 años se ha dedicado a esta actividad señala que granizadas como las recientes tienen un gran impacto en las ventas, tanto por los daños a los cultivos como por el consecuente incremento a los precios de estos y las bajas ventas.
Si la docena de rosas te costaba 100 pesos, te llega a costar hasta 200”, explica la comerciante.
Las flores no son un producto de primera necesidad, reconoce René Pérez, quien señala que los fenómenos naturales afectan la calidad y precio de las flores, ya sea por las lluvias torrenciales o las granizadas.

Jaime Martínez, vendedor de verduras y legumbres traídas de San Antonino Castillo Velasco, señala que sus proveedores no tuvieron afectaciones este fin de semana, el comerciante explica que cuando ocurren estos estragos no solo se pierde la producción, sino que en otros casos esta es de baja calidad.
Hasta el momento, todo sigue bien y esperemos que en estos días no llegue a afectarnos tanto”, externa el vendedor.
Las granizadas y lluvias no son lo único que impacta en los campos, dice Amelia Santiago Pacheco, agricultora de Santiago Tlazoyaltepec, quien en los últimos meses también ha resentido la sequía en sus parcelas. “La flor necesita mucha agua y falta la lluvia”, pero el que ésta sea abundante en exceso también daña los cultivos, agrega Margarita Santiago, familiar de Amelia y vendedora en la Central de Abasto.