Caminar por el primer cuadro de la capital en estos días de plantón magisterial se ha convertido en una situación hasta de riesgo, pues los capitalinos deben sortear desde cartones hasta mecates y cordeles que cruzan de poste a poste.
Y es que desde este miércoles y hasta el fin de semana, cientos de integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) permanecerán en plantón en las calles del primer cuadro de la ciudad.
Tiendas de campaña, lonas, cartones, bolsas de dormir y hasta costales son utilizados por los “combativos” profesores adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para hacer más llevadera su estancia durante la jornada de lucha.
No obstante, el transeúnte que debe atravesar por el Zócalo y la Alameda de León se ve obligado a sortear los cordeles y mecates que han sido amarrados a los postes para colgar las lonas.
La postal remonta a los últimos años del sexenio del mandatario aliancista Gabino Cué Monteagudo quien a través de un decreto, terminó con el control que mantenía la Sección 22 en la estructura gubernamental en el rubro educativo.
Te puede interesar: Llaman comerciantes a la S-22 modificar estrategia de lucha
Desde este miércoles, trabajadores de la educación conviven bajo las sombras de los frescos árboles que aún quedan en el Zócalo y Alameda, algunos pasan en rato en largas charlas y otros desmenuzan el escenario electoral y se suman a la efervescencia política – electoral.
Sin embargo, no todo es felicidad como en el corazón del plantón y las carpas magisteriales, en las orillas, meseros se muestran molestos por la protesta ya que la clientela huyó a otro sitio de la capital y con ello, la venta del día.
Manuel relata que al día llega a sacar de propina entre 100 pesos y 150 cuando el día es relativamente movido, la clientela va y viene, pero en días como el de ayer, las ventas se desploman.
O son mínimas como -dice- pues tampoco se pueden quejar de no atender ninguna mesa, solo que de 10 que se ocupaban en días anteriores, ahora solo se atendieron tres.
La gente con el bloqueo se va a la colonia Reforma, a las plazas; los restaurantes alejados del centro están abarrotados y aquí nos tocó quedarnos a aguantar un plantón más, que esperamos, no sea definitivo”, confía.
