El trabajo infantil se observa en zonas conurbadas, principalmente en las cabeceras municipales que es donde se detona la economía como Oaxaca de Juárez, Juchitán de Zaragoza, Salina Cruz, Huatulco, Puerto Escondido y Tuxtepec, entre otras.
Leonel Rojas Medina, dirigente de la Federación de Organizaciones Campesinas Obrero Populares de Oaxaca (FOCOPO), dijo que si bien hasta el momento no se tienen denuncias por explotación infantil, las peores formas de trabajo se encuentran en la parte agrícola.
Aseguró que es ahí en donde los infantes están expuestos a todo tipo de riesgos físicos, desde inhalación de pesticidas, largos periodos ante el sol, hasta cortaduras por herramientas filosas.
El trabajo infantil es una problemática que se ha intentado resolver desde el siglo pasado, mediante convenios que regularicen e intenten eliminar esta práctica, reconoció.
El primer antecedente importante que se puede considerar es el Convenio sobre el trabajo nocturno de los menores (sector industrial), firmado en 1919 y ratificado en 1937.
En este sentido, agregó, México ha ratificado 78 convenios adoptados por la OIT, de los cuales 67 siguen en vigor. Nuestro país ha ratificado seis convenios sobre trabajo forzoso, libertad sindical, igualdad de remuneración, abolición del trabajo forzoso, discriminación y peores formas de trabajo infantil.
De ahí la necesidad de identificar los problemas sobre este tema en materia de prevención para suprimir este flagelo en la entidad, así como canalizar las áreas de trabajo prioritarias, generar información y fortalecer capacidades para que los diversos actores estatales puedan mejorar su respuesta ante esta problemática.
Informó que el programa para la erradicación del Trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), corroboró que más de 10 por ciento de la población infantil del estado se encuentra laborando, principalmente en zonas indígenas y rurales.
Además 50% niños migrantes carecen de la posibilidad de tener estudios.
