En la última década, las denuncias por casos de abuso sexual en las instituciones educativas, tanto privadas como públicas se han incrementado en las diferentes regiones del estado de Oaxaca, principalmente en las comunidades indígenas.
Aunque las mismas autoridades municipales, padres de familia, incluso las autoridades educativas llegan a atender denuncias sobre estos casos, en el que los maestros se relacionan con estudiantes ya sea con o sin consentimiento, la gran mayoría no se denuncian y se quedan en la impunidad.
Según datos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), de 2012 al 2016 se denunciaron al menos cinco casos por delitos sexuales contra maestros de nivel básico en la entidad, la gran mayoría integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Uno de los casos ocurrió en 2015 en la comunidad de San Juan Lajarcia, donde un profesor de nivel primaria fue denunciado y detenido por abusar sexualmente de una menor de 10 años de edad.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), señalan que de enero a agosto del 2022 se abrieron 322 carpetas de investigación por el delito de abuso sexual en el estado de Oaxaca.
También se contabilizaron 199 por el delito de acoso sexual, 39 por hostigamiento sexual, 308 por violación simple, 221 por violación equiparada y 17 por otros delitos que atentan contra la libertad y la seguridad sexual.
Tras las recientes denuncias por supuestos casos de delitos sexuales en instituciones educativas, asociaciones civiles que defienden los derechos de las mujeres, exhortaron a las autoridades atender de fondo esta problemática en la entidad oaxaqueña.
Señalaron que este tipo de delitos dejan fuertes secuelas en las mujeres que la padecen. En muchas ocasiones además de lesiones físicas y psicológicas, también por falta de información o rapidez en el procedimiento, puede terminar con embarazos no deseados, de los cuales muchas veces las mujeres se sienten culpables.
Además, refieren que la violencia sexual es mucho más frecuente de lo que aparece en las estadísticas y ello se debe a que en muchos casos las víctimas, sean niñas, jóvenes o mujeres adultas callan por vergüenza, temor o porque les hacen creer que ellas lo provocaron. Destacan que este tipo de violencia ocupa el segundo lugar en las agresiones más frecuentes hacia las mujeres en el estado de Oaxaca, solo después de la violencia familiar.
