Cinco meses después de su apresurada inauguración, el Parque Primavera Oaxaqueña no solo sigue incompleto, sino que ya muestra signos alarmantes de deterioro. Lo que fue anunciado con bombo y platillo como una obra emblemática del gobierno estatal ha terminado convirtiéndose en un reflejo de la mala planeación, la falta de mantenimiento y el despilfarro de recursos públicos.
Desde su apertura en noviembre de 2024, el parque ha enfrentado problemas estructurales y operativos. A solo días de recibir a sus primeros visitantes, el agua del estanque comenzó a apestar debido a la falta de bombas para mantener su circulación, lo que provocó la muerte de los peces. Hoy, este espacio que prometía ser un atractivo turístico se ha convertido en una zona abandonada y en remodelación sin una explicación clara del destino de las nuevas obras.
Las fallas se extienden a prácticamente todas las áreas del parque: el suelo, hecho con material reciclado de la ex fábrica de triplay, presenta grietas y desniveles peligrosos; las porterías de las canchas deportivas ya tienen las redes rotas; los registros de luz permanecen abiertos y los postes para la malla perimetral fueron instalados, pero sin cercado.
Como si fuera poco, la seguridad es un problema grave: en la zona infantil hay hundimientos que representan un riesgo para niños y personas con movilidad reducida, mientras que en el área de calistenia y patinaje no se ha delimitado correctamente el espacio, generando conflictos entre quienes practican estas disciplinas y las familias que acuden al parque.
En todo el contorno del parque hay maquinaria regada, algunas zonas las máquinas solo se pasean y no concluyen nada, sin contar que, en el exterior del parque en Riberas del Río Atoyac, el drenaje fue conectado y desembocado para seguir contaminado, para poder hacer esta conexión abrieron una zanja y hasta la fecha siguen rellenándola con tierra poniendo en riesgo a los automovilistas de que los vehículos sufran desperfectos.
Parque y basurero estatal
Si las obras inconclusas y la falta de mantenimiento ya eran preocupantes, el uso del Parque Primavera como basurero improvisado del gobierno estatal es el colmo del despilfarro y la desorganización. Maceteros que fueron fabricados para adornar calles peatonales y luego retirados por mal uso, terminaron abandonados primero en un predio del ex INJEO y luego en los alrededores del parque, donde entorpecen el tráfico y solo mantienen plantas secas.
Lo mismo ocurrió con las esculturas de las 8 Regiones de la Guelaguetza 2024, las cuales, tras solo dos meses de uso, fueron arrumbadas en una zona del parque. Una inversión millonaria que hoy se descompone a la intemperie sin utilidad alguna.
El costo de la mala planeación
Mientras las deficiencias se acumulan, Karla C. vecina de San Juan Chapultepec cuestionó ¿cuánto más se tendrá que gastar para corregir los errores de una obra inaugurada a medias?, hasta ahora, el gobierno de Oaxaca no ha dado explicaciones sobre los nuevos contratos de obra ni sobre los costos adicionales que esto representa, señaló, asegurando que los trabajadores no dan explicaciones justificando que apenas fueron contratados para realizar trabajos en el chapoteadero.
El Parque Primavera, que debía ser un espacio de recreación y desarrollo para una de las zonas más rezagadas de Oaxaca, se ha convertido en un triste recordatorio de cómo la falta de planeación y transparencia pueden convertir una promesa de Bienestar en una obra fallida.
De acuerdo con paseantes, los oaxaqueños no necesitan más proyectos a medias ni inversiones efímeras. Lo que urge es responsabilidad en el uso del dinero público y un compromiso real con el desarrollo de la ciudad, indicó.