Oaxaca tiene la medalla de bronce en manifestaciones, siendo la capital del estado, Juchitán y Salina Cruz los que destacan por la cifras de protestas, expresó Jorge Cadena Roa, Coordinador del Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS).
Al participar con la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) en la presentación publica del “Grupo de trabajo: espacio para el análisis y actuación ante la conflictividad en Oaxaca. Cultura de Paz”, añadió que la Ciudad de México tiene la medalla de oro en cuanto a las protestas.
En los datos presentados por este grupo se informó que entre el 2012 y el 2020 se registraron en el país, 20 mil 315 protestas; de las cuales, el 6.86 % tuvieron lugar en Oaxaca, convirtiéndolo en uno de los tres primeros.
Señala este seguimiento que, la mayoría de ellas fue por agravios locales, en un 69.7 %.
En 2015 la demanda principal de las protestas fue la cancelación de la reforma educativa y poco a poco ha ido cambiando para ser el tema de demanda de justicia la principal exigencia.
“Las demandas por justicia fueron permanentes en el periodo. El 25.42% de las protestas piden la liberación de personas detenidas por sus actividades políticas; el 22.50 % de ellas demandan eficacia y eficiencia en la procuración de justicia”, expresó.
Mientras tanto regionalmente, las protestas se distribuyeron: el 37.95 % en la capital del estado, el 14.94 % en Juchitán y el 3.46 % en Salina Cruz.
Asimismo destacaron que los repertorios más usados son marchas, bloqueos y tomas de instalaciones.
El doctor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que el llevar un registro permite tener las frecuencias y análisis, así como ubicar las regiones y municipios para darle seguimiento. “Además de saber qué está sucediendo y cómo está reaccionando la sociedad”, indicó.
Entre las características se encuentra que el motivo en su mayoría es pedir interlocución con autoridades y que hagan su trabajo.
Añadió que se registran como mil organizaciones y no todos protestan con el mismo objetivo ni la misma situación.
Dentro del análisis, en cuatro años han sido demandas por justicia, que se vuelve una asignatura pendiente de la autoridad para sus gobernados.
Por su lado, Miguel Álvarez Gándara, Cofundador de Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ A.C.) expresó que Oaxaca está cruzada por la conflictividad desde hace tiempo y ante eso, se deben generar ideas e instrumentos que ayuden la maduración de los movimientos, así como la respuesta de parte de las autoridades y no solamente la administración de los temas.
Angélica Ayala Ortiz del Grupo de Estudios Sobre la Mujer (GesMujer) “Rosario Castellanos”, expresó que también se debe dar una mirada con enfoque de género y desde la diversidad cultural.
Situación que ha sido obligada por la participación de las mujeres en estas movilizaciones y la exigencia de justicia en la violencia que han enfrentado.
En tanto, el “Espacio para el análisis y actuación ante la Conflictividad en Oaxaca. Cultura de Paz”, es un órgano compuesto por personal académico y activistas, quienes desarrollaron su quinta sesión en presencia del rector, Eduardo Bautista Martínez.
El rector consideró que como Universidad es importante sumar y construir enfoques de procesos y espacios de cambio social desde la no-violencia.
