Oaxaca de Juárez, Oax. – La noche del domingo 29 de junio, bajo la lluvia persistente que cayó sobre la Verde Antequera, se vivió una de las etapas más emotivas del certamen Diosa Centéotl Oaxaca 2025. En dicho evento cultural se elige a la mujer indígena que presidirá la máxima fiesta de los oaxaqueños: la Guelaguetza.
Más allá de la música, los trajes regionales y el protocolo, las voces de las participantes se alzaron para relatar una realidad que sigue doliendo: la discriminación y el rechazo por hablar una lengua indígena.
UNA TRIBUNA PARA DENUNCIAR LA EXCLUSIÓN
En la última etapa del certamen, las representantes de las distintas regiones del estado hicieron uso de la palabra para expresar sus historias personales. Un hilo común las unió: la violencia cultural que vivieron desde niñas.
Con profunda emoción, muchas coincidieron en haber sido marginadas por su origen étnico y su idioma. Fueron tratadas como inferiores por hablar zapoteco, mixe, mixteco o chinanteco en la escuela o en espacios públicos.
“Me dijeron que no servía para nada si no aprendía español. Me avergonzaba hablar mi lengua, pero hoy la porto con orgullo”, expresó una de las finalistas.
“No me dejaban usar mi traje tradicional, me decían ‘india’. Hoy estoy aquí porque resistí”, señaló otra joven zapoteca con la voz quebrada, pero firme.
UNA FIESTA QUE TAMBIÉN ES RECLAMO
Lejos de ser solo una celebración folclórica, el certamen se convirtió en una plataforma para el reconocimiento de las deudas históricas del Estado mexicano con sus pueblos originarios.
Las participantes, todas mujeres indígenas, no solo compartieron su amor por la cultura que representan. Pero, también exigieron respeto, inclusión y un espacio real en la vida pública del país.
RESPUESTA OFICIAL: “OAXACA SE ESCUCHA EN MUCHAS LENGUAS”
En su mensaje, el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, reconoció el valor de lo dicho por las participantes. Aseguró sentirse orgulloso de que Oaxaca viva su diversidad “con identidad y dignidad”, y reafirmó su compromiso con la revitalización lingüística.
“Por eso creamos el Instituto de Lenguas Originarias de Oaxaca (ILEO)”, dijo el mandatario. “Queremos que nuestras lenguas no solo sobrevivan, sino que vivan, se fortalezcan y se transmitan”.
También destacó el programa Nido de Lenguas. El cual ya opera en diversos municipios y busca fortalecer la transmisión intergeneracional de las lenguas indígenas mediante procesos comunitarios, educación bilingüe y documentación lingüística.
MUJERES INDÍGENAS, LAS PROTAGONISTAS DE LA GUELAGUETZA
Más allá del resultado del certamen –aún no revelado al cierre de esta edición–, el evento dejó claro que la Guelaguetza ya no puede ser vista solo como una pasarela cultural, sino como un espacio de reivindicación política y social para las mujeres indígenas.
En una sociedad donde aún persisten estigmas coloniales, el certamen Diosa Centeótl 2025 no fue únicamente una noche de discursos: fue un grito colectivo por justicia, memoria y futuro.
“Ya no queremos que nuestras lenguas sean motivo de vergüenza. Son nuestra fuerza y nuestra raíz”, concluyó una de las concursantes.