La iniciativa de reforma constitucional que presentó el pasado mes de enero para “declarar el maíz como elemento de identidad nacional y establecer la obligación del Estado de garantizar el cultivo de maíz libre de transgénicos en el territorio nacional, no es suficiente”, indicaron Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Para el Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca, las iniciativas presidenciales no son suficientes, ya que no frena la introducción de la semilla transgénica o mejorada entre los productores.
Hizo un llamado a “defender nuestras semillas sembrándolas e intercambiándolas libremente, sin caer en las trampas del sistema que ofrece regalías o distribución de beneficios migajas”.
La organización consideró peligroso la introducción de nuevas tecnologías que quedan fuera de la reforma constitucional, toda vez que además de manipular cultivos como el maíz, también pueden modificar especies silvestres, con el objeto de hacer “ingeniería genética de ecosistemas”.
Y con esto “pretenden” acabar con plagas y “malezas”, lo que podría provocar la desaparición de especies enteras, como un quintonil que se ha hecho resistente al glifosato y que para los campesinos es alimento como ocurre en Oaxaca.
Actualmente se están elaborando por la industria biotecnológica organismos genéticamente modificados (OGMs) que no quedan comprendidos en la definición de transgénicos que se plasma en el artículo 4º transitorio de la iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheimbaum, alertó.
Por lo cual urgió defender efectivamente la soberanía nacional sin simular protección de los maíces nativos.