El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) carece de datos sobre la obesidad en la comunidad escolar, pese al aumento de esta enfermedad a partir de la pandemia por Covid-19.
De manera reiterada, esta casa editorial ha solicitado a la dependencia información sobre este problema de salud pública en las escuelas, pero su negativa a proporcionarla evidencia su desconocimiento y carencia de datos específicos.
Mientras tanto, en el interior de varias escuelas públicas y privadas se mantiene la venta de gaseosas y frituras, entre otros productos que son prohibidos en estas instituciones de la entidad, luego de que en agosto de 2020 el Congreso local aprobara la prohibición de la venta de bebidas y comida “chatarra” a niñas, niños y adolescentes.
En un recorrido por diferentes escuelas de la capital oaxaqueña se observa también la presencia de puestos semifijos y ambulantes con venta de golosinas y productos ricos en grasas y azúcares, principalmente frente a los accesos de estos inmuebles.
En Oaxaca, el último registro actualizado de obesidad en la entidad se tiene desde 2018, porque las autoridades locales dejaron de solicitar información al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) por medio de la Encuesta Nacional de Salud Pública.
Sin embargo, el IEEPO cuenta con áreas de atención a la salud, pero carece de registros actualizados sobre la problemática que hasta 2018 mostraba que dos de cada 10 niñas y niños en Oaxaca tenían algún grado de obesidad o sobrepeso.
Hace unos días, la presidenta de la República, Claudia Sheimbaum Pardo, presentó nuevos lineamientos y acciones de vida saludable en las escuelas, con los cuales se buscará evitar que niñas, niños y adolescentes tengan acceso a comida chatarra en el interior y alrededores de los centros educativos.
A partir de 2025 todas las escuelas del país deberán acatar las nuevas disposiciones que consisten en impedir la venta de alimentos ultraprocesados y con bajo valor nutricional.