Al camposanto sin gran dilación
llevaron a Anuar Mafud inerte,
en la Segego una gran decepción
y en política le decretaron muerte.
Sucumbió entre bloqueos y marchas,
entre mesas de negociación y coraje,
la parca se la llevó como a las chachas,
derecho al hoyo y sin maquillaje.
Velásquez y Quintero van al panteón,
Aragón y Toño Pachangas le cantan,
en el PRI le rezan con gran devoción
y a correr porque aquí espantan.