Debido a problemas como el de la basura, por la falta de rellenos sanitarios y los tiraderos a cielo abierto, la deforestación de bosques y plagas en el arbolado urbano y la contaminación en los ríos, el activista Nasario García señala que no hay nada que celebrar en el estado de Oaxaca este Día Mundial del Medio Ambiente.
Los bosques han perdido su capacidad de recarga, dice el activista del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) a propósito de la celebración de cada 5 de junio, en la que se invita a reflexionar sobre la relación de la humanidad con su medio ambiente.
“En nuestro estado y sobre todo en la ciudad de Oaxaca hay todo un mosaico de la problemática ambiental”, explica el ambientalista sobre problemas como la contaminación de los ríos Atoyac y Salado. Desde 2018, y tras la confirmación de la sentencia en 2019, las autoridades de los tres órdenes de gobierno están obligadas a sanearlos, según la resolución emitida por el amparo que interpuso la asociación civil Litigio Estratégico Indígena.
Aunque recientemente el gobierno estatal impulsó el saneamiento, García observa que se crearon unos tapones por el carrizo y los residuos que han vertido en los márgenes de ambos afluentes en la ciudad de Oaxaca y los más de 20 municipios por los que pasan.
En el caso de las lluvias, el activista reiteró lo dicho en sus manifestaciones: de que estas han sido y seguirán siendo atípicas por el calentamiento global, lo que hace que sean torrenciales y destructivas.
“Vemos los daños que (las lluvias) ocasionan en la ciudad porque no hay un buen desazolve ni infraestructura para la gran cantidad de agua que cae y que no se aprovecha”.
“Vemos los parques olvidados y los árboles siguen como soldaditos de plomo porque más del 90 por ciento del arbolado urbano de la capital presenta daños por las plagas del muérdago, mosquita café y bromelia y que las autoridades han hecho oídos sordos”, subraya el activista.
En cuanto a los bosques, Nasario explica que los que se localizan alrededor de la capital (por ejemplo en el Parque Nacional Benito Juárez) y la cordillera norte, ya no tienen la capacidad para retener el agua de la lluvia y por lo tanto los periodos de estiaje son más cruentos.
Rellenos o tiraderos se concentran en Oaxaca
Por la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que “durante 2022, se registró la existencia de 2 250 sitios de disposición final distribuidos en el país” y que fue Oaxaca la entidad con mayor cantidad, con un total de 432 de rellenos o espacios de este tipo.
Aunque su operación es incierta y se desconoce si siguen la normativa ambiental que obliga a los municipios a manejar y disponer de los residuos de su demarcación, pues según el INEGI “el total de sitios de disposición final a nivel nacional que utilizaron algún sistema de impermeabilización fue de 802 (35.6 %)”.
Oaxaca de Juárez y más de 20 municipios de la zona metropolitana, el año 2022 marcó el inicio de una crisis por el cierre del tiradero municipal al que llegaban más de 800 toneladas diarias de residuos prácticamente sin separar.
A la fecha, la capital y varios de estos municipios esperan la construcción del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos y mientras sus desechos han sido enviados a tiraderos de otros lugares o, como la capital, a los de otros estados.