Personal técnico de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) verificará en campo el estado biológico que guarda el descortezador de pino en la comunidad de San Miguel del Valle, Díaz Ordaz, Tlacolula y determinar el tratamiento a aplicar.
Luego de que habitantes exigieran por escrito la autorización del saneamiento de sus bosques y para lo cual cerraron a la circulación vehicular de la calle de Nezahualcóyotl y las oficinas de esta dependencia federal, se realizó una mesa de diálogo entre las autoridades comunales, la Secretaría General de Gobierno y la Conafor.
El gerente Carlos René Estrella Canto indicó que se debe seguir el protocolo de atención y posterior a esta verificación se integrará el expediente para el análisis de la información y emitir la notificación correspondiente, documento que hasta antes del 5 de junio era emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El plazo límite para informar a la comunidad es el 3 de agosto, dijo, pues en 2017 San Miguel del Valle ya contaba con la autorización de saneamiento emitida por la Semarnat, misma que tuvo que suspenderse a petición de la Secretaría General de Gobierno ante la presunta existencia de un conflicto social al interior de la comunidad.
Sin embargo, sus habitantes aseguraron que no existe ningún problema social o agrario en su comunidad o con alguna otra población, por lo que se hacen responsables de mantener el orden público, la paz y la gobernabilidad, lo cual será respaldado a través de la siguiente acta de asamblea que será presentada ante la Secretaría General de Gobierno y la Conafor.
Saneamiento forestal
La dependencia informó que a partir de este mes se ejecutan trabajos de saneamiento forestal en 43 ejidos y comunidades afectados por plagas de insectos defoliadores y descortezadores, ubicados en las regiones de la Sierra Norte, Sierra Sur, Valles Centrales y Costa del estado.
Las labores consisten en la aspersión aérea de productos biológicos en 15 mil 237 hectáreas, en las que se ha detectado la presencia de insectos defoliadores como la mosca sierra.
Estos productos biológicos que forman parte del tratamiento están hechos a base de hongos y bacterias que ayudan a controlar y posteriormente a erradicar la plaga.
En otras mil 592 hectáreas afectadas por descortezadores, se controlará la plaga mediante quemas prescritas y la aplicación de un insecticida registrado ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Prevén concluir los trabajos en septiembre y son realizadas por los habitantes de las comunidades, coordinados por técnicos operativos de organizaciones como la Unión Estatal de Silvicultores Comunitarios de Oaxaca (UESCO).
Así como de la Unidad de Manejo Forestal Regional Sierra Sur, Miahuatlán, Pochutla y el Comité de Recursos Naturales de la Costa de Oaxaca bajo el Sistema de Mando de Incidentes (SMI) de la Conafor en Oaxaca.
Los insectos defoliadores se alimentan de las hojas de los árboles, lo que ocasiona la pérdida de su follaje, mientras que los descortezadores habitan debajo de la corteza y se alimenta del tejido que los provee de nutrientes, debilitándolos hasta ocasionarles la muerte.
