Desde Puerto Escondido, Oaxaca, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el objetivo de proteger al maíz mexicano; prohibir la siembra de maíz transgénico, y fomentar las técnicas agroecológicas.
“El día de hoy, aquí en Puerto Escondido quiero informarles que ya fue enviado al Congreso de la Unión la reforma constitucional para la protección de nuestro maíz; es una reforma para el artículo 4 y el artículo 27 constitucional que establecen al maíz como identidad nacional, elemento de la identidad nacional, y al mismo tiempo la prohibición de que se siembre en nuestro país maíz transgénico y procurar que sea a través de técnicas agroecológicas, es decir, libre de transgénicos”, explicó.
El estado de Oaxaca se distingue por la variedad de maíz que se cultiva en sus tierras, un elemento que destaca por su historia, diversidad y versatilidad culinaria; en sus regiones se generan 35 de las 220 razas que prevalecen en América Latina. Blanco, amarillo, rojo, negro, pinto, azul y palomero inspiran preparaciones como las tortillas, tlayudas, tostadas, tamales, tacos, pozole, atole y tejate.
El maíz es la columna vertebral de la gastronomía, es tan maravilloso que está presente en bebidas y recetas dulces o saladas. Para festejar el “Día Nacional del Maíz” que desde 2019 en México se celebra cada 29 de septiembre.
Recordó que las 59 razas de maíz que hasta el momento se han encontrado en México, son un elemento fundamental de la identidad nacional —el cual fue creado en Mesoamérica a partir de la domesticación de plantas silvestres como el teocintle—, y que en la actualidad alimenta a las y los mexicanos, y a buena parte del mundo. Por ello reafirmó que su diversidad genética debe ser protegida.
“Este maíz que tiene una diversidad enorme, diversidad genética en sus genes, que es parte de nuestra cultura y la diversidad biológica, lo estamos protegiendo. Sin maíz no hay país”, expresó.
El 29 de septiembre se instauró como el “Día Nacional del Maíz” en México, en la comunidad Unión Zapata, Mitla, Oaxaca, se llevó a cabo un evento que arrancó con el Programa de Rescate de Maíces Nativos en 16 estados de la República.
Según registros científicos, en la comunidad de Unión Zapata se han encontrado vestigios de semillas de maíz, calabaza y frijol que datan de 8 mil años aproximadamente, que demuestran que es centro de origen y domesticación del grano.
El estado de Oaxaca se distingue por la variedad de maíz que se cultiva en sus tierras, un elemento que destaca por su historia, diversidad y versatilidad culinaria; en sus regiones se generan 35 de las 220 razas que prevalecen en América Latina. Blanco, amarillo, rojo, negro, pinto, azul y palomero inspiran preparaciones como las tortillas, tlayudas, tostadas, tamales, tacos, pozole, atole y tejate.
Respuesta a la posición de EU
Esta iniciativa fue enviada por la dirigente del Ejecutivo pese al reciente fallo en contra en la disputa bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual concluyó que las medidas implementadas por México para prohibir la importación de maíz genéticamente modificado en el año 2023, aún en la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, no cumplen con los estándares internacionales y científicos requeridos por el tratado.
Estas medidas prohibían el uso de maíz transgénico para consumo humano y establecen su gradual sustitución; el grupo de expertos del T-MEC señalaron que éstas no se basan en evaluaciones de riesgo adecuadas ni en evidencia científica, por lo que constituyó una violación de los principios de tratado internacional.
Conforme a las reglas del tratado, México tenía un plazo de 45 días, a partir del 20 de diciembre, para cumplir con el fallo y adecuar sus medidas de acuerdo con las conclusiones del panel. No obstante, esta resolución solo emite un criterio sobre el decreto publicado en 2023, pero no limita a México a reformar su Constitución.
De acuerdo con las investigaciones, el maíz transgénico es tolerante a plagas y genera toxinas, cristales, que se mantienen aún en el grano que se consume. Los cultivos de maíz transgénico están plenamente asociados con el uso de herbicidas como el glifosato, que expone a graves riesgos la salud humana y la preservación del ambiente.