Como todos los días, desde temprana hora, Griselda llegó al local de venta de comida y tortillas junto con sus dos hijas, que rápidamente limpiaron el comal y acomodaron las mesas y algunas sillas, minutos antes de que llegaran los primeros comensales.
En un improvisado puesto de memelas y tortillas en la vía pública de la Colonia América, Griselda empieza a preparar la masa en una pequeña tina verde, mientras Laura y Lorena de 10 y 12 años, siguen limpiando y acomodando algunos trastes.
De una de las bolsas del mandil saca una media hoja de papel llena de colores con dibujos de flores y corazones, la cual coloca por debajo de una hilera de platos para que no se arrugue ni se ensucie. De lejos, las niñas observan que el regalo a mamá está guardado.
A las 8:30 una mujer de avanzada edad llega a pedir las primeras tortillas a Griselda, que de prisa pide a la mayor de sus hijas recibir el dinero y dar el cambio mientras se apura a sacar el pedido que le pidieron un día antes.
-“Feliz Día Gris, ¿cómo lo vas a celebrar?”-, pregunta la mujer de cabello blanco y lento caminar, mientras decide tomar asiento unos minutos.
-No hay tiempo para festejar doña. O trabajamos o perdemos en unas horas el dinero que ganamos en dos días. Todo está muy caro, las flores, los pasteles y hasta un pequeño regalo cuesta más de lo que se gana en un día”, expresa entre risas, luego de asegurar que ni a su mamá le festejará este día.
A unas calles del lugar se observan también varios puestos de arreglos florales y regalos, donde el más barato tiene un precio de 200 pesos y el más caro de 800. Una sola rosa se cotiza entre 30 a 35 pesos, mientras que un solo girasol entre 25 a 30 pesos.
-A mis hijas les he enseñado que este Día se puede celebrar con buenos deseos o una tarjeta hecha por ellas mismas. A mí la verdad no me emociona este Día como a muchos que hasta llevan a sus mamás a comer y después ya ni se acuerdan de ellas. Yo he visto, porque los conozco”, expresa a la vecina del lugar, quien coincide con esas palabras y decide despedirse asentando con la cabeza.