La diputada local Liz Arroyo encabezó este sábado la develación de la placa de la recién nombrada Plaza de la Resistencia, en la calzada de La República. En el mismo sitio de la capital donde el 8 de Marzo se inauguró la Cruz en Memoria de las Víctimas de Feminicidio, la legisladora acompañó a las madres, hermanas, hijas y demás familiares de las mujeres que han sido asesinadas en el estado de Oaxaca en los últimos 13 años.
Junto a colectivos, activistas y las víctimas indirectas de estos feminicidios, Liz Arroyo señaló que la develación de esta placa es de mucha relevancia, pues en esta nueva Plaza de la Resistencia estarán para siempre los nombres de las mujeres a las que les arrebataron la vida y con quienes persiste una deuda.
“No podemos esperar que nos quiten a otra compañera, que le arrebaten la vida”, externó la diputada ante decenas de mujeres que exigieron justicia por sus hijas, madres y hermanas. Además de hacer un llamado para no quitar este memorial, pues hacerlo sería echar a la basura la vida de las mujeres asesinadas.
Honrar sus vidas y exigir justicia por ellas fue parte del mensaje de la diputada, quien explicó que la “violencia feminicida es un problema de toda la sociedad y de todas las autoridades del estado”, pues es un reflejo del machismo que impregna a las instituciones que deberían proteger a las mujeres, pero “que han permitido los feminicidios” y que con ello envían un mensaje de impunidad.
Una a una, la diputada fue nombrando a decenas de niñas y mujeres víctimas de feminicidio, tras lo cual se escuchó al unísono la exigencia de “¡Justicia!”
En el acto, se dio cuenta de cómo las niñas y mujeres son víctimas de violencias, las que en muchos casos acaba con sus vidas a manos de hombres. Tan solo en lo que va del 2024 se señaló que en el país se han registrado 112 feminicidios, además de que en los casos en que se denuncia la violencia feminicida u otra en contra de las mujeres, la impunidad persiste en más del 95 por ciento.
Varias de las madres cuyas hijas fueron asesinadas en años como el 2011 o el 2012, también externaron que el camino por exigir la justicia ha sido muy complejo y que en varios casos los procesos siguen. Además de que las autoridades no las han apoyado.
Asimismo, las víctimas indirectas de los feminicidios agradecieron la labor de la diputada Liz Arroyo por sumarse a esta exigencia de justicia y para que los nombres de sus hijas no queden en el olvido.
