El director general del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS), Oscar Ernesto Pérez Matos, afirmó que de las 20 mil unidades que este organismo tamiza al año, uno de los principales diagnósticos es la sífilis, seguida por la enfermedad de chagas y la hepatitis C.
En este año, precisó, se detectaron 40 casos de sífilis, principalmente en la población masculina, que fueron notificados de este padecimiento del que desconocían. En este Centro, la sangre de los donadores es analizada para constatar que esté libre de enfermedades y pueda ser enviada a los receptores.
De acuerdo con médicos de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), la sífilis es una Infección de Transmisión Sexual (ITS) que es curable si se detecta a tiempo y es tratada en etapas tempranas.
Inicialmente se puede manifestar por una lesión primaria, principalmente en genitales, la cual se caracteriza por una úlcera indolora que no causa molestias e incluso puede pasar desapercibida y desaparece sin ningún tratamiento.
Sin el tratamiento correcto esta enfermedad puede avanzar y provocar en la persona manchas rosáceas principalmente en las palmas de las manos y plantas de los pies, así como en otras partes del cuerpo.
“En caso de no tratarse en estas dos primeras etapas, puede avanzar a una sífilis terciaria, donde afectará órganos internos de la persona, como el corazón, cerebro, médula espinal, entre otros. Al llegar a esta última etapa el daño ocasionado en el cuerpo es irreversible”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sífilis es una ITS curable causada por una bacteria llamada treponema pallidum que afecta tanto a hombres como a mujeres y se transmite por vía sexual, así como de madre a hijo durante el embarazo o en el parto.
En muchas ocasiones las personas con sífilis desconocen que viven con esta infección y pueden transmitirla en un contacto sexual vaginal, anal u oral sin condón, a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas.
Un tratamiento oportuno puede combatir la bacteria y las afectaciones pueden desaparecer por completo durante la primera y segunda fase, pero el daño que se haya hecho en el cuerpo durante la fase final podría ser irreversible.
