Por una mala praxis médica hace ocho años, Sylvia continúa en tratamientos por secuelas que le generó una intervención quirúrgica por un cirujano gastroenterólogo, sin previos resultados de estudios de laboratorio.
A ocho años de una cirugía por presunto cáncer de colon cuando Sylvia tenía 61 años de edad, la denuncia por negligencia médica no muestra avances, pese a las pruebas que demuestran el mal actuar del especialista.
En un proceso legal que exhibe la mala práctica médica del cirujano gastroenterólogo José N. N., quien labora en conocido Hospital privado de la calle Reforma, las pruebas que demuestran el daño y los malos diagnósticos a Sylvia no han sido suficientes para las autoridades que imparten justicia, porque de manera reciente el Juzgado Segundo de Distrito en Oaxaca del Poder Judicial de la Federación, concedió un amparo y resolvió en favor del demandado.
Con pruebas en mano, Jorge Meixueiro, esposo de Sylvia, relató a esta casa editorial el viacrucis de este proceso legal que “no va ni a la mitad” a ocho años de la denuncia contra el médico especialista, quien también cuenta otro expediente ante la Comisión Estatal Arbitraje Médico de Oaxaca (CEAMO) por la denuncia de otro de sus pacientes.
El esposo de Sylvia, afirmó que a ocho años de distancia su familia ha erogado más de 2 millones de pesos, entre consultas, estudios de laboratorio, viajes a la Ciudad de México para hospitalización, revisiones médicas y la compra de medicamentos que la mujer deberá consumir de por vida por los daños causados.

En entrevista con EL IMPARCIAL, El mejor diario de Oaxaca, Jorge Meixueiro lamentó que el cirujano gastroenterólogo mantenga la práctica médica, pese las denuncias de las que ha sido objeto y la ratificación del daño causado a Sylvia en 2017 por parte de la CEAMO, así como su vinculación a proceso por el Tribunal Superior de Justicia, que encontró negligencia en el proceso de la cirugía causando una iatrogenia.
Relató que el 29 de marzo de 2017, la mujer adulta mayor fue sometida a una cirugía por un supuesto cáncer en el colon, sin que se contara con los resultados de los estudios de patología las biopsias, que revelaron tiempo después que el padecimiento se trataba de una colitis crónica moderada.
Resultado de la cirugía que no requería, a Sylvia le retiraron un metro de intestino y después requirió dos transfusiones de sangre, mismas que fueron costeadas también por la familia.
Después de dos días hospitalizada, la mujer fue dada de alta y al tercer día de la cirugía empezó con complicaciones que la obligaron a acudir nuevamente con el especialista, que no reconoció su mala práctica y solo “dio malas justificaciones, así como no volvió a darle seguimiento a la paciente”, dejándola por dos años con colostomía, de la cual fue necesaria otra intervención quirúrgica.
Después de consultar a otros médicos e incluso viajar hacia otros hospitales en la Ciudad de México, la familia de Sylvia decidió interponer una denuncia tres meses después de la cirugía, al mismo tiempo de continuar en tratamiento y constantes revisiones a la fecha.