Luz Coral Hernández, coordinadora de Territorios Diversos para la Vida afirmó que son más los daños que ha generado el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec a los beneficios que ha dejado a los pobladores de la región.
En conferencia de prensa, Organizaciones No Gubernamentales dudaron de los beneficios reales que dejará dicho proyecto sexenal a las comunidades de la región, dado que prevalece la desinformación, hostigamiento y violencia.
Acompañada de Nataniel Hernández de la Red Organizaciones Civiles de Derechos Humanos, Carlos Beas de Ucizoni y Donají Quintas de Educa explicó que la Misión Civil de Observación (MSO) comprobó violaciones a los derechos humanos y al territorio.
La implementación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ha transformado significativamente la vida de las comunidades y pueblos que habitan en el Istmo de Tehuantepec, quienes mantienen procesos de resistencia y organización, recordó.
Subrayó que el Estado Mexicano ha desplegado una serie de actos que afectan su integridad física y emocional, su libertad y territorio, aunado a que de mayo de 2021 a mayo de 2024, la MSO registró un total de 72 ataques.
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Así también conoció de al menos, 226 agresiones diversas en contra de personas defensoras, siendo las más recurrentes; intimidación (30%), hostigamiento (28%), amenazas (10%) y agresiones físicas (7%).
De igual forma documentaron 3 homicidios en contra de defensores zapotecos: Jesús Manuel Martínez (2022), Félix Vicente Cruz (2023) y Noel López Gallegos (2023), informó Luz Coral Hernández de Territorios Diversos para la Vida.
Detalló que visitaron a personas y comunidades afectadas de la zona norte en el campamento “Tierra y Libertad” de Mogoñé Viejo, Oaxaca, quienes son hostigadas por la operación del Polo de Desarrollo en Santa María Mixtequilla.
Externó que la comunidad de Puente Madera ha sufrido una campaña de criminalización y difamación, así como una serie de agresiones como detención arbitraria y fabricación de delitos en contra de 17 defensoras y defensores por su lucha ante la imposición del “Polo de Desarrollo” de San Blas Atempa, Oaxaca.
Y a pesar de las múltiples violaciones a los derechos humanos de personas defensoras y pueblos indígenas por donde atraviesa el Corredor Interoceánico, lamentó que no se tengan atención y disposición al diálogo por parte de autoridades estatales y federales.
