La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) realiza la investigación de la muerte de dos personas en cárceles municipales o durante su retención, ocurrida en este mes en Santa María Huatulco y Salina Cruz.
Se trata de una mujer y un hombre que fallecieron mientras estuvieron en resguardo de servidores públicos en momentos y lugares distintos, cuya investigación también se mantiene por parte de la Fiscalía del Estado.
Apenas el 4 de agosto de 2022, la Defensoría daba cuenta de un total de seis muertes en cárceles municipales en los últimos dos años, a los cuales se suman otros dos casos que evidencian que los centros de detención municipal son zonas de alto riesgo.
Apenas el fin se semana se dio a conocer la reciente muerte de una mujer ocurrida en los separos de la policía municipal de Salina Cruz, por lo cual la DDHPO requirió informes a la autoridad municipal de lo ocurrido.
El organismo autónomo señaló que las policías municipales en la entidad enfrentan una crisis estructural, porque reiteradamente ocurren hechos en los que se pone en riesgo la integridad física y emocional de las personas, “lo que resulta alarmante”.
La mujer, de nombre Abigail, fue hallada sin vida en el interior de la cárcel municipal de Salina Cruz donde las autoridades aseguraron que fue suicidio, pero que familiares y organizaciones sociales afirmaron que se trató de un feminicidio.
La DDHPO había señalado hace unas semanas, que los centros de detención municipal son zonas de alto riesgo de violaciones a derechos humanos, ante la persistencia de casos de personas que mueren en estos lugares, bajo el resguardo de servidores públicos.
El organismo autónomo señaló que, de enero de 2020, al 15 de julio de 2022 se han iniciado 474 expedientes relacionados con abusos policiales cometidos por elementos municipales, de los cuales, suman ocho muertes ocurridas en cárceles municipales o durante la retención.
Del 1 de enero al 17 de agosto, a nivel nacional se han registrado 17 mil 266 sismos, de los cuales, 5 mil 731 han tenido su epicentro en el estado de Oaxaca, lo que representa el 33 por ciento de la actividad sísmica del territorio nacional.
