Con 11 casos acumulados de paludismo en lo que va del año, Oaxaca ocupa el segundo lugar de los estados con el mayor registro de la enfermedad, con presencia en solo cuatro entidades del país.
Apenas la semana pasada el sector salud notificó un nuevo caso con un acumulado de 11, de los cuales, siete fueron en mujeres y cuatro en hombres, la mayoría en la jurisdicción sanitaria del Istmo de Tehuantepec.
La situación en este 2024 fue mayor que en 2023 cuando se notificaron apenas dos casos de paludismo, el cual se transmite por la picadura de un mosquito infectado del género Anopheles.
En el ámbito nacional solo cuatro estados del país notificaron casos de la enfermedad, como Chiapas con un primer lugar con 141 acumulados, seguido de Oaxaca con 11, Campeche con cuatro y Chihuahua con dos.
En 2022 la enfermedad resurgió en la entidad, luego de casi 10 años sin la presencia del vector, cuyos principales síntomas son fiebre, escalofríos y dolor de cabeza en casos leves, mientras que en los graves son fatiga, confusión, convulsiones y dificultad para respirar.
Al igual que el dengue, zika o chikungunya, el paludismo puede prevenirse con el uso de repelentes, la colocación de mosquiteros en puertas y ventanas, indumentaria de protección y pabellones en dormitorios.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay cinco especies de parásitos Plasmodium que pueden provocar paludismo en el ser humano, dos de las cuales, Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax, constituyen la mayor amenaza. P. falciparum es el parásito del paludismo más mortífero y el más prevalente en el continente africano. P. vivax es el parásito dominante en la mayoría de los países fuera del África Subsahariana.
En Oaxaca solo se tiene la presencia de Plasmodium Vivax como el resto de los estados con esta enfermedad, sobre todo en zonas de mayor presencia de migrantes provenientes de países de Sudamérica.
