La concentración demográfica en las ciudades y zonas metropolitanas ha traído consigo fenómenos de exclusión, desigualdad, desempleo y pobreza.
En México, la pobreza y la pobreza extrema históricamente han tenido un rostro rural, sin embargo en la actualidad nuestro país es predominantemente urbano y la concentración en centros urbanos, alertó el urbanista Gabriel Esteva Melchor.
La pobreza urbana es el producto de bajos ingresos y una mala gestión social por parte de las instituciones, condiciones de vida en las urbes que pueden llegar a ser muy hostiles si la situación económica de los ciudadanos es mala.
Mientras que las regiones Sierra Sur, Costa, Papaloapam e Istmo, presentaron el mayor número de municipios con grado de marginación muy alto; la Sierra Norte, Mixteca y Costa tuvieron grado de marginación alto.
La alta dispersión población y el tamaño reducido de las localidades, es uno de los mayores problemas del Oaxaca rural, agregó, ya que la alta tasa de marginación y pobreza tiene su origen en la dispersión poblacional y las características orográficas del estado.
Los accidentes geográficos y alta dispersión dificultan la construcción de vías de acceso y telecomunicaciones y la provisión de servicios básicos, como red de agua potable, infraestructura educativa, de salud, energía eléctrica, drenaje y servicios.
De ahí la importancia de lograr un cambio en la organización económica y social, para conseguir hacerle frente a este nuevo modelo de ciudad, pues la pobreza urbana y de las zonas metropolitanas es una problemática que se tiene que atender ya que la población urbana sigue en continuo crecimiento, puntualizó.
El ex delegado federal de Corett, precisó que la pobreza como fenómeno multifactorial afecta de diferente forma a la población del país. “El análisis de la pobreza urbana ha cobrado mayor importancia en las últimas décadas debido a que la población urbana se ha incrementado de forma acelerada”.
