Comerciantes del Centro Histórico advierten un panorama complicado para el cierre de año, ante la crisis económica actual y la consiguiente falta de ventas en distintos giros.
Entrevistado al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Andrés Emilio Sánchez González, afirmó que actualmente se encuentran en una Etapa de reactivación económica gradual.
Sin embargo, esta se lleva a cabo en la medida de las posibilidades de los propios empresarios, dado el abandono de las autoridades municipales, estatales y federales, quienes no los apoyan.
Admitió que otro factor desfavorable para la Iniciativa Privada tiene que ver con el nulo control u ordenamiento del comercio informal, mismo que se ha apoderado de las calles del centro y genera una competencia desleal.
También comentó que los diversos comercios que se cerraron durante la pandemia de Covid-19, no se volvieron a aperturar dado que las rentas son altísimas y a eso se suma el pago de servicios.
Pocos comerciantes abrieron (tras el Covid-19), ahí está el Importador cerrado y no hace mucho Novedades Mario, con años de trabajar en la capital y desafortunadamente se vieron obligados a bajar sus cortinas”, expuso.
Señaló que no hay apoyos o incentivos y mucho menos un programa de créditos a los pequeños empresarios y comerciantes formales, cuya situación los tiene contra las cuerdas.
Hay muchas trabas para acceder y eso nos obliga a tomar créditos con tasas de interés muy alto y que a largo plazo termina absorbiendo los ingresos de los comerciantes”, expuso.
Sánchez González lamentó que las autoridades no los tomen en cuenta para el diseño de políticas públicas y el cobro de impuestos está a la orden del día, cuando en otros sectores de informalidad no hay acciones concretas.
Enfatizó que durante la temporada alta, los grandes almacenes se llenan de compradores porque les brindan facilidades de pago, pero ellos como pequeños comercios no pueden imitar dichas estrategias de venta.
De paso llegaron cadenas de conveniencia que acabaron con la tienda de la esquina, con los minisúper y cadenas farmacéuticas que dieron el tiro de gracia a las clásicas farmacias que operaban en la ciudad.
