Con 30 casos acumulados de Hepatitis C en lo que va del año, Oaxaca presenta una disminución de casos en comparación con 2023 en el mismo periodo, cuando se notificaban 57 nuevos pacientes.
Este acumulado de casos ubica a la entidad en el vigésimo primer lugar de los estados con el mayor registro. En los primeros lugares se encuentra Baja California con 744 nuevos casos, seguido de Sinaloa con 207 y la Ciudad de México con 193.
Las entidades con menor número de casos son Aguascalientes con cuatro, Hidalgo con cinco, Querétaro con igual número, así como Tlaxcala y Zacatecas con ocho casos cada uno.
Por sexo, la Secretaría de Salud federal mostró en su reciente actualización epidemiológica 16 casos en hombres y 14 en mujeres de la entidad oaxaqueña, mientras que en el país se contabilizan 2 mil 083 en el masculino y 635 en el femenino.
La dependencia federal explicó que la hepatitis C es un problema de salud pública a nivel mundial y aproximadamente el 25% de los casos de cirrosis hepática y de cáncer son consecuencia de este padecimiento, a pesar de que es una enfermedad curable y prevenible.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso que la hepatitis C es una infección vírica que afecta al hígado. Puede manifestarse de forma aguda (a corto plazo) y crónica (a largo plazo), y también puede ser mortal.
La hepatitis C se transmite a través del contacto con sangre infectada, lo que puede suceder al compartir agujas o jeringuillas o al realizar procedimientos médicos poco seguros, tales como transfusiones de productos sanguíneos sin analizar”.
Entre los síntomas se pueden incluir fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y coloración amarillenta de la piel o los ojos (ictericia). Aunque no existe una vacuna contra la hepatitis C, se puede tratar con antivíricos.