Incertidumbre, denominador al buscar a desaparecidos

Hace tres años y medio que José Díaz Fabián desapareció en su intento por llegar a los Estados Unidos. Emigrar “al otro lado” fue algo que su madre, Marina Fabián, supo tiempo después y que hasta ahora la mantiene con la interrogante no sólo de su paradero sino por qué se fue y por qué no le informó de sus planes.

Jassiel Vladimir Florean Pablo fue secuestrado el 22 de mayo de 2019, hace casi cinco años en Guerrero. Hasta ahora, su madre, Martha Pablo Cruz, desconoce qué le ocurrió y por qué sus captores cortaron comunicación con la familia.

Marina y Martha son dos de las 22 madres que actualmente conforman el Colectivo Oaxaqueños Buscando a los Nuestros, asociación civil. En esta asociación también hay un padre, quien ingresó para suplir a su esposa en la búsqueda de su hijo.

La asociación civil fue fundada por Martha Pablo por la necesidad de lograr una representación ante las autoridades y para lograr apoyos de organizaciones nacionales e internacionales en este arduo camino. Pero también se ha convertido en un espacio de acompañamiento entre madres cuyos hijos llevan hasta 15 años desaparecidos.

Iniciamos siendo un colectivo. Nos unimos las madres porque lamentablemente somos más las madres quienes buscamos a una hija o a un hijo”, cuenta la representante de esta asociación que reúne a familias de todo el estado, incluso de entidades como Chiapas, San Luis Potosí y Ciudad de México, además de una de Colombia.

Realmente es lamentable lo que está pasando en nuestro estado”, dice Martha sobre una entidad en la que incluso es número de personas desaparecidas es incierto, pero en la que los casos parecen ir en aumento. Tan solo el pasado fin de semana, se reportó la desaparición de siete personas en la región Costa.

Es alarmante y preocupante lo que está pasando y por qué. ¿Quiere decir que la delincuencia está atacando por ese lado ahora?”, externa Martha.

Como madres, ella y otras de sus compañeras comentan que el camino de la búsqueda está plagado de obstáculos, entre ellos la burocracia y la inacción de las autoridades. “No tenemos avances en las carpetas. Hay muchas líneas de investigación, pero nos lleva a ninguna concreta. Todas estamos aquí porque queremos saber dónde están nuestros hijos”.

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Para Marina, madre originaria de la costa, la desaparición de su hijo ha implicado “tres años de caminar, de aprender cómo presentar acá… el dolor, la tristeza”.

No sé por qué él se fue sin avisarme, no sé por qué no tuvo la confianza de decirme que se iba a ir. Entré mucho en eso de pensar qué pasó realmente, por qué mi hijo se fue de la nada, él tenía un hijo, su casa, tenía su trabajo”.

Otras madres como Claudia llevan 15 años sin saber de su hijo. Martha cuenta que aquel joven manejaba un taxi y que entre las hipótesis de su desaparición está el reclutamiento por parte de la delincuencia.

También está el caso de Lidia, una madre cuya hija desapareció hace 7 años y que junto con sus cinco nietos guarda la esperanza de su localización.

A veces nos hacemos a la idea de que los reclutan para llevárselos a trabajar a otros estados y a las muchachas, que el crimen se las llevó para venderlas”, dice Martha, quien en estos cinco años ha conocido testimonios similares de colectivos de otros estados. También ha sabido cómo en otras partes del país como Guerrero, Zacatecas Guanajuato, Michoacán y Sonora, donde las madres corren un gran riesgo al buscar a los suyos.

Ahí están matando a las compañeras por hacer esta labor que a quien le corresponde hacerlo es a las instituciones: a la Fiscalía (de sus estados y del país), investigar; y a la Comisión (Nacional de Búsqueda), buscar. Sin embargo, como no lo hacen, ellas tienen que agarrar sus palas y picos e irse a buscar al cerro”.

Martha se ha unido a estas búsquedas en otros estados para dar con su hijo. En Oaxaca no hay un colectivo de búsqueda como aquellos y la Comisión Estatal de Búsqueda tampoco lo hace ni se conoce si lo hará, explica. “Para salir a campo no es nada fácil, hay que tener la experiencia, conocer la tierra, olerla, porque como ellas dicen: cuando hay un cuerpo en la tierra es un olor fuerte y penetrante”.