Apenas tres días de clases recibieron esta semana cientos de estudiantes de la escuela primaria “Niños Héroes” en la capital oaxaqueña, por reuniones sindicales que personal docente realizó rumbo al paro indefinido de labores programado en mayo.
Madres y padres de familia mostraron su disgusto por la reiterada suspensión de clases en esta institución y otras de la entidad, donde las constantes excusas son cursos de capacitación o reuniones que no pueden realizar en otros horarios.
La calidad educativa es lo de menos. Militantes de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño alistan como cada año su pliego de demandas a entregar este 1 de mayo, con la amenaza de un paro indefinido de labores a partir del 15, de no recibir respuestas satisfactorias.
Desde hace varias décadas, Oaxaca se mantiene en los últimos lugares del país en aprovechamiento escolar, pero entre los primeros en canonjías sindicales y de mayor presupuesto al sector educativo.
Las y los profesores de Oaxaca son los únicos en el país en recibir 90 días de aguinaldo y otras prebendas que en otras entidades no se tiene, mientras, la calidad educativa se mantiene por los suelos.
Para este año, el Congreso de Oaxaca avaló poco más de 31 mil millones de pesos en presupuesto para educación básica, que representa el doble de lo destinado al mismo sector hace apenas una década; es decir, el recurso aumenta considerablemente, pero no la calidad educativa ni el promedio de escolaridad.
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En Nuevo León, por ejemplo, el presupuesto anual es de apenas la mitad que el de Oaxaca, pero es el segundo con mayor promedio de escolaridad con 10.7, apenas por debajo del 11.5 de la Ciudad de México en su población de 15 años y más.
En Oaxaca, de acuerdo al último Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se tenía un promedio de apenas 8.1.
Las constantes demandas de los trabajadores de la educación del Estado son mejoras a la infraestructura educativa y al salario, entrega de claves, la abrogación de la Reforma educativa, entre otras que no hacen hincapié a mejores resultados en la enseñanza-aprendizaje.
Y aunque en Oaxaca la reciente pandemia por Covid-19 agravó aún más el rezago educativo, la suspensión de clases en varias escuelas de la entidad es de al menos cuatro días al mes desde que inició el ciclo escolar, sin contar aquellos que son por Consejo Técnico.
Hace unos años, de acuerdo al estudio “Educación Superior y Desarrollo en Oaxaca” del consultor del Banco Mundial en el área de Desarrollo Humano y especialista en educación, Miguel Székely, se expuso que casi el 90% de los alumnos de primaria presentó un nivel insuficiente o elemental del logro académico en matemáticas, superior a la media nacional del 73%. En secundaria, el porcentaje fue arriba del 95%, cuando el promedio nacional fue del 83%.
