Prepara Morena una elección de estado, acusa el PAN
Despilfarro millonario aún antes de iniciar las campañas
Acción Nacional acusó al actual gobierno de planear una elección de Estado para beneficiar al partido oficial y aterrizar su denominado Plan C, para las elecciones de junio próximo.
En entrevista, Perla Woolrich Fernández, dirigente del PAN en Oaxaca, alzó la voz ante lo que denomina un plan de elección de Estado urdido por el partido oficial y orquestado desde Palacio Nacional.
Manifestó su confianza en que la ciudadanía, va a despertar y reconocer las acciones perversas que se han puesto en marcha desde el gobierno, “Acción Nacional se ha convertido en la única fuerza capaz de rechazar y condenar estas prácticas antidemocráticas”.
Celebró el alcance de la marcha por la democracia, al exigir el respeto a la legalidad, la defensa de la legalidad y rechazar la imposición de una dictadura en el país.
La dirigente del PAN denunció las recientes reformas impulsadas por el presidente y sus legisladores, “al revelar las verdaderas intenciones de desmantelar las instituciones que protegen los derechos de los mexicanos”.
Dijo que se pretenden terminar con los derechos a la información pública, a la salud, a las pensiones y la propiedad privada.
Woolrich Fernández expresó su preocupación por las amenazas a tales derechos fundamentales.
Destacó las denuncias presentadas desde el año pasado por actos anticipados de campaña, evidenciando el despilfarro millonario de los precandidatos del partido oficial.
Incluso insistió en la sanción, subrayando que el PAN seguirá presionando por los cauces legales para que se lleven a cabo.
Recordó que AN estará atento a la sanción que el Congreso del Estado debe imponer al mandatario por violar las leyes electorales y ejercer violencia política en razón de género contra la candidata Xóchitl Gálvez, de acuerdo a la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Cuestionó el avance del crimen organizado en el país, como se ha reflejado en la negativa de combatir a la delincuencia y en cambio optar por una “política de abrazos no balazos”.
