“Dejo un Poder Judicial cercano a la gente y en transformación”

Al rendir su cuarto y último informe de actividades, el magistrado Eduardo Pinacho Sánchez, presidente del Poder Judicial del Estado de Oaxaca (PJEO), destacó que deja una institución humanista, cercana a la gente y en plena transformación.

En Sesión Solemne conjunta de los plenos del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, el magistrado presidente del PJEO informó que, en el transcurso de cuatro años, se implementaron siete ejes estratégicos logrando mejoras en tecnología, infraestructura, servicios en línea y profesionalización que fortalecieron la eficiencia interna de la institución y marcaron un antes y un después en su evolución.

Ante el titular del Poder Ejecutivo, Salomón Jara Cruz y del presidente de la junta de Coordinación Política de la 65 Legislatura del Poder Legislativo, Sergio López Sánchez y representantes de los diversos sectores de la sociedad, Pinacho Sánchez agradeció el trabajo coordinado con las y los magistrados, así como de las y los consejeros en este periodo que encabezó el Poder Judicial.

Expuso que al inicio de su administración, se llevó a cabo una revisión crítica del sistema judicial, encontrando un diagnóstico nada halagador. “En un escenario así, teníamos que transformarnos o colapsar, ponernos en movimiento o dejarnos arrastrar por la rutina y la omisión”.

Conscientes de ello, las magistradas y los magistrados, las consejeras y los consejeros, juntos nos propusimos emprender una profunda transformación del Poder Judicial; la idea era repensar la institución, innovarla, modernizarla, rediseñar su estructura jurisdiccional y administrativa, pero particularmente la estructura ideológica del servidor judicial, nos propusimos remover conciencias para construir un sistema de justicia más cercano a la gente, más profesional y moderno, pero particularmente sensible y humanista”.

Detalló que en los siete ejes en que se basó su gestión fueron impartición de justicia eficiente, pronta y gratuita; humanización de la justicia; nuevos modelos de gestión tecnológicos y de sistematización; dignificación de sedes judiciales; consolidación de los medios alternos de solución de conflictos; gobierno abierto y transparente, y profesionalización y especialización judicial.

Basado en estos ejes, dio a conocer que entre los principales logros alcanzados en su gestión, fue la puesta en operación de los Centros de Justicia del Istmo, Ixtlán de Juárez, Putla, Ejutla y Tanivet; la construcción y equipamiento de los juzgados laborales en Ixcotel, Juchitán y Huatulco; la remodelación del edificio de los Juzgados Civiles y Familiares del Centro en el Barrio del Ex Marquesado y la construcción de dos juzgados familiares en Tuxtepec.

Además, de la obra de ingeniería tecnológica y de sistematización que conduzca al expediente electrónico y a los juicios en línea, la instalación de un Laboratorio de Genética Familiar implementado para la tutela del derecho humano a la identidad y desentrañar el origen biológico de los niños y las niñas en los juicios de paternidad y la Sala de Acceso Universal en el Centro de Justicia de Tanivet.

Abrir las puertas de la Presidencia del Poder Judicial para entablar un diálogo con la sociedad civil, con los colectivos de víctimas indirectas de feminicidios, de personas desaparecidas, de personas en situaciones de discapacidad, feministas, de personas indígenas, en general con las distintas organizaciones, sin comprometer nunca el sentido de la decisión de un juez o un magistrado, no es un signo de la politización de la justicia, solo la socialización de un diálogo constructivo que genere estabilidad. Fue una presidencia de puertas abiertas”, afirmó.

En su mensaje final, agradeció a todo el personal que conforman el Poder Judicial por su acompañamiento.

Hoy termina mi administración. Hoy termina la parte más importante de mi vida profesional. Todo se lo debo a mis padres y a esta entrañable institución.

 

Me voy tranquilo porque me esforcé y puse todo mi empeño para cumplir mi responsabilidad. Reconozco que tuve aciertos, pero también tropiezos, propios de la falibilidad humana y los límites de mis capacidades. Pero dejo un Poder Judicial en plena transformación. Seguramente vendrán mejores tiempos”, apuntó.