Eclipsan inauguración de la 43 FIL de Oaxaca
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Eclipsan inauguración de la 43 FIL de Oaxaca

Crónica de una feria, un sol invadido y un tianguis


Eclipsan inauguración de la 43 FIL de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Durante la mañana del sábado, la atención estaba volcada más sobre el eclipse de sol que en lo que ocurría en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO), donde las autoridades y figuras del ámbito literario se reunían para una edición más. El cielo nublado casi no dejaba disfrutar de la alineación de los astros desde los Valles Centrales de Oaxaca, pero tampoco lograba cubrir del todo al sol ni fue impedimento para la protesta.

Pasado el mediodía, tras la inauguración de la edición 43 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, FILO, las y los organizadores del Tianguis Literario Autónomo y Popular llegaban frente a la sede de la feria oficial, el Centro Cultural y de Convenciones, para cuestionar nuevamente el otorgamiento y uso de recursos públicos: al menos 5.2 millones de pesos a través de los tres órdenes de gobierno, del total reportado como presupuesto: 8 millones.

A la par de la manifestación, los autobuses del Citybus, decorados para la feria, se enfilaban casi sobre el carril de la Biciruta. En las rejas de acceso al CCCO prendían la lona de la FILO, la mantas del Tianguis Literario, Autónomo y Popular y de venta de paletas heladas.

El eclipse ya había pasado y la atención la podían tener ahora los manifestantes, a quienes incluso saludó el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, uno de los invitados a la feria para la que el ayuntamiento aportó 200 mil pesos de los más de 5 millones.

“No nos posicionamos en contra de su realización (de la feria), el tema concreto son las formas, el acaparamiento de recursos públicos que hace la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, el uso del dinero del pueblo oaxaqueño para el desarrollo de un monopolio empresarial: Almadía -Proveedora Escolar y la FILO que pregona una plataforma inclusiva”.

El pronunciamiento de las y los organizadores del Tianguis Literario atrajo a una parte del personal de la FILO y sus empresas organizadoras.

La entrada del recinto ferial era de protesta, de invitación a acudir al tianguis, instalado a media cuadra. También era el espacio donde uno de los programadores de la FILO acudió para convencer a parte de las y los editores independientes que su propuesta también era una forma de protesta.

La venta de paletas heladas seguía con normalidad bajo el rayo del sol, aquel que no lograron cubrir por mucho las nubes. Uno a uno, en parejas o pequeños grupos, entraba el público al recinto de la feria. Aunque pocas personas se detenían a leer un reglamento de la misma, en el que se marca la prohibición de venta de libros entre particulares, pues para eso están los puestos cuyos costos alcanzaban los 17 mil pesos.

“¡No es como la Feria de Guadalajara!” Una visitante parecía inconformarse por la propuesta que aquí lleva el nombre de Oaxaca y en la que Samuel Ortiz, un escritor independiente, aprovechó para ofrecer “Oráculos”, su libro de cuentos.

“Llegué como a mediodía, todavía ví al gran Salomón Jara (el gobernador) pasar”, confesaba el autor originario de Tlaxiaco y quien no se mostraba preocupado por la, hasta entonces, nula venta de sus ejemplares resultado de una escritura que ha visto como “hobbie”.

“¿Vienes a comprar libros?” Un par de amigos se encontraba en esta feria después de mucho tiempo, pero a esa pregunta, el otro respondía que solo acudía para ver “cómo está la onda. Comprar libros es comprar un libro, antes eran los libros y ahora es escoger “.

Adentro de la FILO, los libros podían costar 190 pesos, 250 o también podían encontrarse ediciones embodegadas de hasta 20 o 30 pesos, pero que eran de una universidad. Los de las editoriales, rebasaban por mucho esas cifras.

A menos de una cuadra, en el tianguis, había trueque o venta de libros en 20, 30 y 50 pesos. También de un mayor precio y variedad.


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