Pide Arzobispo disfrutar de las fiestas sin faltar el respeto

Luego de algunos incidentes que se han presentado en el marco de las actividades de la Guelaguetza, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió a las y los ciudadanos disfrutar de las fiestas sin faltar el respeto.

Me da mucho gusto mirarlos a ustedes aquí, en esta Iglesia Catedral y me da alegría ver a muchos que han venido a visitarnos de otras partes de Oaxaca y de otros estados de la República y del extranjero. Son días de mucha fiesta, no crean que se acaba mañana, no, le seguimos nosotros, le seguiremos nosotros todo el mes. Disfrutemos de estos momentos de alegría y de gozo, sin faltarnos al respeto a nosotros mismos y sin faltar al respeto a los demás”.

En ese sentido, invitó a las y los feligreses a disfrutar de la vida, “dejar que esa buena semilla crezca y hagamos el esfuerzo de que la mala semilla no crezca tanto. Abonen a la buena semilla y, a la otra, pues no le eche nada, ya no le alimenten”.

Alimenten sus virtudes, sus cosas buenas para que salgan adelante y pues disfrutemos la fiesta. Muchas gracias a quienes vienen de otras partes a ver Oaxaca y a disfrutar el mole, del amarillito, de las tlayudas y de los chapulines también.

 

Sigan disfrutando de nuestro Oaxaca. ¿Tienen boleto para ir a la Guelaguetza? Ah, son suertudos, ¿de reventa? Dios mío, pues le sacaron un ojo de la cara, ¿verdad que sí? Bueno, pues así sucede en esas cosas, pero dicen que la parte de arriba es gratis, entonces váyanse a la parte de arriba los que no tienen boleto de la parte de abajo. Sí, váyanse desde ahorita a hacer la fila, a pasar toda la noche y parte del día de mañana, a las nueve, yo ‘creo, les abren la puerta para que entren, ahí se llevan su lunch y todo lo demás”.

Al encabezar la homilía dominical, el Arzobispo también, consideró viable cuidar esa tierra y ser esa tierra buena, “donde solamente crezca esa plantita que va a dar fruto. Ojalá y no crezca en nosotros la cizaña, la hierba mala, que no crezca en nuestro interior, porque ahí es donde nosotros tenemos que fijarnos en el interior, en nuestro corazón.