Con una protesta en la sesión del cabildo capitalino, una fracción de locatarias del mercado Benito Juárez se inconformó por la ampliación de los giros de venta de ropa típica en este espacio comercial, pues incluso acusaron que lo han hecho sin pasar por el procedimiento requerido para tal.
Sonia Maribel Vargas Ayala, secretaria general de la Unión de Comerciantes del Mercado Benito Juárez, explicó que se trata de una “invasión del giro de ropa típica”, lo que representa una competencia desleal para quienes generalmente han sustentados este giro. Originalmente, dijo, son un aproximado de 80 locatarios dedicados a este giro (cuyos locales se ubican del lado de la calle Las Casas y sobre la de Aldama), pero en los últimos meses otros 20 más han apostado por este giro sin siquiera pasar por la revisión de la comisión de mercados ni el aval del cabildo.
Sobre todo porque no son artesanos sino gente de otros lados o ciudades, lo que nos afecta porque aquí son personas de muchos años que tienen su concesión, que son generaciones trabajando”, apuntó sobre el riesgo de que el Benito Juárez sea próximamente un sitio casi exclusivo de ropa típica cuando ya existe el Mercado de Artesanías.
Este jueves, ella y algunas compañeras se manifestaron en el palacio municipal para pedir un freno a esta situación, pues a pesar de los escritos enviados a la autoridad siguen sin respuesta favorable.
Tenemos que apoyar a nuestros compañeros para ver si así ya somos escuchados y las autoridades le ponen atención al tema para que respeten los giros. Luego la autoridad nos invita a respetar los giros y creo que todo debe ser parejo”.
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En uno de los casos reportados la administración del mercado les dijo que el concesionario está haciendo su trámite para ampliación de giro, pero en otros documentos los inconformes han pedido que ya no se otorgue ese giro.
Este mercado cumplió recientemente 129 años de haber abierto al público, primero con el nombre de Porfirio Díaz y luego fue renombrado como Benito Juárez Maza. En él hay varios giros desde aquellos de venta de frutas y verduras, mariscos, flores, de alimentos, de semillas, de carnes, así como de juguetes y disfraces o de animales.
Es un mercado muy diverso”, reiteró Vargas, quien también expuso que el sitio “ha sido golpeado por el comercio ambulante, pero ahorita hay una regulación y el municipio ha quitado puestos. Con la anterior autoridad estuvo invadido el mercado y no nos dejaban trabajar, se hizo el operativo y los levantaron”.
Pese a ello, ahora es otro el problema, pues refirió que “en donde debería haber un tope no lo hay, los están dejando crecer (a los giros de ropa típica) y nos empiezan a invadir de un solo giro; al rato ya no va a haber otra cosa más que ropa típica.
