Como parte de las actividades del paisaje bíblico del sexto viernes de Cuaresma, la iglesia y los fieles católicos acompañaron con rezos a la imagen de la Señora de los Dolores que se venera en el último viernes, previo a la Semana Santa.
Desde temprana hora, los representantes de la iglesia católica colocaron veladoras y adornos a la imagen de la virgen en la Catedral Metropolitana, en donde también acudieron feligreses para llevar sus flores y sus plantas de germinados.
En algunos mercados y explanadas de templos católicos, los creyentes repartieron aguas de sabor, pues este día significa un momento para brindar respaldo y solidaridad con la madre de Jesucristo por los momentos que vendrán durante el viacrucis.
En la Catedral Metropolitana de Oaxaca, se recordó que esta celebración eucarística tiene sus antecedentes en la rememoración de las siete penas que sufrió a lo largo de su vida la madre de Jesus, representada en la Señora de los Dolores.
Durante el primer acontecimiento se recuerda la profecía de Simeón en la presentación del niño Jesús, en el segundo capítulo la huida a Egipto con Jesús y José, el tercer significado sobre la pérdida de Jesús.
En el cuarto paisaje bíblico se rememora el encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario, en el quinto la crucifixión y la agonía de Jesús, el sexto la lanza al costado de cristo y el recibir en brazos a Jesús ya muerto y el último paso el entierro de Jesús y la soledad de María.
Este día es para acompañar a nuestra santísima Virgen María, a la madre de Dios en su dolor, lo que sintió cuando vio sufrir y morir a su hijo en la cruz, debemos de solidarizarnos porque es nuestra madre”, señaló una de las feligreses que acudió a la Catedral Metropolitana.
En el transcurso del día, decenas de creyentes acudieron con sus plantas germinadas para bendecirlas, pues esta fecha también enmarca un momento difícil para el campo y por ello, piden la intercepción de María para poder subsistir y recuperar los campos de cultivo.
Algunos creyentes colocaron sus adornos de germinados desde el altar de Dolores, mientras otros prefirieron bendecirlas para regresarlas a casa como un acto de fe hacia la madre de Dios.
