Aprender a escribir, el mayor anhelo de Mago
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Aprender a escribir, el mayor anhelo de Mago

Mujeres en Oaxaca luchan contra la pobreza y los diferentes rostros de la violencia


Foto: Adrián Gaytán / Madres trabajadoras, buscando el sustento diario.
Foto: Adrián Gaytán / Madres trabajadoras, buscando el sustento diario.

A sus 52 años y sin estudios escolares, a Margarita no le ha quedado más opción que sostenerse y sostener a su familia con la venta de frituras en el Zócalo de la ciudad de Oaxaca.

Sin oportunidad de estudiar, mantiene el anhelo de hacerlo para aprender a escribir, pero su condición económica y la necesidad de obtener un ingreso diario se lo han impedido.

He trabajado nada más en la venta de dulces y de esto; antes lavaba trastes”, recuerda Margarita.

Víctima de violencia física por parte de su ex esposo, Margarita logró separarse hace ya varios años. Aunque desde entonces fue el único pilar de sus seis hijos, varios de los cuales ya trabajan. Su caso ejemplifica el calvario que viven incontables mujeres en el estado y ciudad, y del que no siempre se tienen cifras exactas o no hay denuncias por ellos.

Violencia familiar

En los tres primeros meses de la actual administración estatal, al menos 24 mujeres han sido víctimas de violencia familiar en la entidad, según datos de la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad. En el anterior sexenio, fueron 564 las mujeres que sufrieron este tipo de violencia, y que en muchos casos se trataron de intentos de feminicidios.

Si bien dejó de padecer esta violencia, Margarita aún vive en la pobreza, aquella que padecen 34 de cada 100 habitantes del municipio (Secretaría de Bienestar, 2023) y que la ha obligado a auto emplearse. Pero la venta de frituras es una actividad que en términos económicos se clasifica como informal, y que a su vez la hace objeto de la vigilancia municipal, a través de los inspectores de comercio en vía pública.

En el país, Oaxaca es el estado que mantiene la más alta tasa de informalidad, con el 81.2 % registrado al cuarto trimestre de 2022 (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, INEGI); aunque le siguen en el segundo y tercer sitio Guerrero (79 %) y Chiapas (75.2%).

 

Violencia, común denominador

Con una historia un tanto diferente, Dora, de 35 años y también madre, comparte con Margarita un contexto donde las violencias y la falta de oportunidades laborales o los bajos sueldos impactan más a su género.

Originarias de la ciudad de Oaxaca y de la Villa de Zaachila, respectivamente, los roles que históricamente se le han asignado a su género también las mantienen ejerciendo dobles o más jornadas de trabajo. Aunque la del hogar no tenga pago alguno.

Dora se ha dedicado principalmente al trabajo del hogar, uno sobre el cual considera que ha habido mucha discriminación y no se le toma en cuenta como actividad económica. Pero del que dice que si se pagara sería una gran suma. Hace cuatro años que además del hogar trabaja junto con su esposo en un emprendimiento familiar ante el desempleo: la venta de alimentos.

Pero aún así sabe que si decidiera obtener un trabajo en otra empresa, tendría pocas oportunidades, debido a que su máximo grado escolar es el medio superior y la edad límite que ha visto en los anuncios de oferta laboral es de 35 años.

Hay muchos límites, la edad más que nada”, apunta Dora, quien también señala que los sueldos para las mujeres son más bajos que para los hombres. “Y las mujeres hacemos más que los hombres”.

Aunado a la pobreza y dobles jornadas, ambas también viven con el temor de ser víctimas de violencias como la feminicida, por la cual sus municipios de origen están entre los 40 en los que se decretó en 2018 la Alerta de Violencia de Género. “Hay mucha violencia, a las mujeres nos matan, nos violan, en este día (8 de marzo) peor”, señala Margarita.

41 feminicidios

Datos de Consorcio señalan que en este sexenio son ya 41 los feminicidios o asesinatos violentos cometidos en contra de las mujeres. Aunque en el anterior se registraron más de 700.

Margarita se dice ajena a la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, aunque al estar en el centro de la ciudad ha conocido de diversas protestas. Ellas, explica, “(luchan) por sus derechos, por la violencia y para que no nos peguen”.

Hay mucha violencia, a las mujeres nos matan, nos violan, en este día peor”. Ella reconoce que el papel de las autoridades es garantizar esos derechos y aplicar la justicia, “pero no dan justicia”.

Dora coincide con Margarita, pues observa que en la entidad han “habido muchos feminicidios” y que estos están enraizados en la discriminación en contra de las mujeres, en el hecho de que los hombres quieren mantener el poder y cuando ellas protestan se les tilda de revoltosas. “Pero nosotras también tenemos derechos como mujeres”.


aa

 

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