“Estamos jodidos y olvidados”: colonos de Los Cazahuates, Zaachila
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“Estamos jodidos y olvidados”: colonos de Los Cazahuates, Zaachila

En la colonia “Cazahuates”, de Zaachila, carecen de agua y drenaje; electricidad, servicio reciente; adultos mayores esperan programas asistencialistas


“Estamos jodidos y olvidados”: colonos de Los Cazahuates, Zaachila | El Imparcial de Oaxaca
Fotos: Adrián Gaytán / La bienvenida

En la colonia los Cazahuates, diariamente un centenar de familias luchan por sobrevivir; el asentamiento en este lugar tiene ya más dos décadas y carece de los servicios básicos: no ha llegado ni el agua ni el drenaje.

Ubicada sobre una cuesta aledaña al tiradero de Zaachila, destaca por las casas construidas a base de lámina, carrizo y caracterizada por lo polvoriento de sus angostas calles trazadas por el andar de la gente.

Elías Chávez, presidente de la colonia, expone que desde hace más de dos décadas de la fundación de la colonia, solo han escuchado promesas por parte de las autoridades municipales de Zaachila, pero nunca se ha concretado alguna acción en su beneficio.

Al día de hoy, explica que son cerca de 230 personas las que cuentan con una propiedad, pero menos de la mitad habitan en la colonia, debido a las difíciles condiciones de la zona.

El servicio y la red de agua potable no han llegado, pese a que desde hace más de cinco años un comité, integrado por habitantes de las colonias de la zona, se organizaron para efectuar las gestiones y concretar algo, pero todo sigue en planes.

Nos están dando atole con el dedo sobre el tema del agua potable, porque ya dimos un terreno, Conagua ya sabe y no vemos resultados; desde hace más de cinco años que presuntamente cuentan con un proyecto”, señala.

 

 

Por fin cuentan con energía eléctrica

 

Después de años de gestión ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), han logrado dotar del servicio de energía eléctrica a algunas zonas y calles principales, no obstante, aún quedan otras más por contar con el suministro.

En relación a los servicios educativos, reconoce el esfuerzo de un maestro y sobre todo el compromiso que tiene con la educación, pues imparte clases a 15 menores en edad escolar de la colonia.

Sin embargo, con la cooperación de los padres de familia y un poco de apoyo en especie de la autoridad municipal, lograron levantar una galera de dos espacios para que funcione como escuela.

Uno de estos espacios edificado con láminas ya cuenta con piso de cemento, pero la otra habitación, que ocuparán los infantes de mayor grado, todavía es de piso de tierra, dado que no les alcanzó para el cemento y demás materiales.

Incluso lamenta que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), les niegue el reconocimiento como colonia, pues piden muchos requisitos.

El INEGI no nos reconoce, pero la autoridad municipal de la Villa de Zaachila nos apoya en menor grado, ahora estamos pidiendo a la CFE que termine de introducir el servicio eléctrico a toda la colonia, expone.

 

La colonia Cazahuates, un asentamiento olvidado en el municipio de Zaachila / La mayoría de colonos vive en la pobreza y en el abandono

 

“No somos paracaidistas”

 

Reconoce que cada uno de los habitantes cuenta con su acta de posesión de los terrenos en donde habita, y en lotes sin casa construida, existe una persona que da la cara por su propiedad.

Vamos a reuniones y siempre que vemos a los funcionarios del Gobierno del Estado nos dicen que no tienen dinero para dotar de servicios a los habitantes de la colonia Cazahuates, pero ahora que llegó Morena esperamos respuestas favorables”, indica.

Incluso lanza un llamado al gobernador Salomón Jara Cruz para que visite la zona y palpe la pobreza extrema en la que se vive, aún y cuando el sitio poblacional se ubica a una media hora de la ciudad de Oaxaca.

No hay trabajo, no hay oportunidades para los adultos mayores como nosotros, aquí hay muchos abuelitos que necesitan despensas, o alguna forma para sobrevivir dada la complicada situación económica”, detalla.

El representante de los colonos avala el cierre del tiradero municipal toda vez que el aire hasta hace unos meses era irrespirable, dado que los aromas producían sensaciones negativas en niños y adultos mayores.

Chávez confía en que en algún momento les lleven los servicios básicos a la demarcación ubicada a un costado del tiradero de Zaachila; “esperamos a que no pase otra década para verlo y disfrutarlo”.

 

 

Vivir de la venta de chicharrines

 

Teresa Guzmán Martínez, originaria de la Sierra, lleva más de una década de vivir en los Cazahuates, pero desde entonces siempre ha anhelado contar con agua de la llave para aseo personal y cocinar.

Su subsistencia la ha dejado en manos de sus hijos, porque desde hace unos meses dejó de vender chicharrines en el centro de la ciudad.

Agradece el apoyo que le brinda su familia, pero ahora su esperanza se finca en obtener el apoyo de Bienestar a través del programa de Adultos Mayores.

Ya cumple con la edad pero la falta de acta de nacimiento ha retrasado la obtención del beneficio.

Junto a su esposo, carece de un ingreso seguro para la adquisición de alimentos o medicinas, hasta el momento dependen de lo que les puedan acercar los hijos de la pareja; la mujer tiene casi 70 años.

 

 

El abandono oficial

 

Un caso similar es la que vive Cenaida Olivera Ruiz, mujer de 69 años y quien pese a haberse inscrito en el padrón de Bienestar, hasta ayer no le habían otorgado el apoyo del gobierno federal destinado a los adultos mayores.

Y es que dentro de los números que presume la Secretaría de Bienestar en Oaxaca, seguramente no figura el caso de la mujer que vive a lado de una barranca en la colonia alejada de la capital.

Su optimismo es mayor y día a día lucha para subsistir de la comercialización de plantas, nopales y cualquier cosa que pueda vender.

Ya fuí a las oficinas (de Bienestar) y les dije que de una vez me digan si me van a dar el apoyo del presidente (Andrés Manuel López Obrador) o nada, para no estar pidiéndoles más”, relata.

Al igual que sus vecinos, clama por apoyo de las autoridades estatales y municipales para que les brinden servicios básicos, como el del agua potable y energía eléctrica, “seguimos comprando el líquido y así no podemos vivir”.

La mujer relata que a la semana, cuando vende tamales, puede llegar a ganar 200 pesos en promedio y con eso se ayuda para comprar su despensa o los alimentos que necesita.

Dice estar desesperada por la situación económica actual y sobre todo porque a lo largo de los años es la carencia de los servicios básicos en la demarcación en la que vive.

Reconoce que la inseguridad convive con los colonos, porque siempre andan hombres en moto y son ellos quienes cometen ilícitos en la zona, por eso pide acciones al gobierno para frenar un tanto la delincuencia.

No nos pueden robar lo que con mucho sacrificio obtenemos, yo se los digo en la cara a los funcionarios, estamos jodidos, pero nadie hace caso, a quién le importa la pobreza, solo en las elecciones, concluye.

 

1. “Ya fuí a las oficinas (de Bienestar) y les dije que de una vez me digan si me van a dar el apoyo del presidente o nada, para no estar pidiéndoles más”: Cenaida Olivera Ruiz, con 69 años de edad / 2. En la escuela, un maestro atiende a 15 menores / 3. Los escolares, entre caminos polvorientos / 4. Teresa Guzmán Martínez y su esposo esperan obtener el apoyo de Bienestar a través del programa de Adultos Mayores

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