Deslumbra emisión matutina de la Octava de la Guelaguetza
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Deslumbra emisión matutina de la Octava de la Guelaguetza

Tradición y cultura en el escenario; reventa en el exterior y abusos en los precios


Deslumbra emisión matutina de la Octava de la Guelaguetza | El Imparcial de Oaxaca
Fotos: Rubén Morales / El Jarabe mixteco de Huajuapan de León

Lo bueno

 

Un desfile multicolor empezó en la Rotonda de la azucena poco después de las 10:00 horas, entre largas faldas y pesados canastos que giraban al compás de la música, luego de que la Diosa Centéotl hiciera presencia y diera la bienvenida con su tradicional traje istmeño.

Miles llenaron el auditorio Guelaguetza por segunda ocasión, entre selfies de turistas y decenas de familias que llegaron desde las 8:00 horas, al igual que las distintas delegaciones que darían vida al Segundo lunes del Cerro.

Con instrumentos de bandas tradicionales y del Gobierno del Estado, el escenario contó con el ritual de la Lavada de cabeza de los novios de Huautla de Jiménez, la Danza de los Diablos de Santiago Llano Grande, la Danza de los Rubios de Santiago Juxtlahuaca y el Jarabe usileño de San Felipe Usila.

Juchitán de Zaragoza se hizo presente con la tradicional Vela de agosto, donde miles de visitantes y propios de la entidad pudieron admirar la elegancia en el andar de las mujeres, sus peinados y las flores plasmadas en minuciosos bordados.

El zapateo y el carisma de mujeres y hombres de Santiago Pinotepa Nacional con sus sones, juegos y chilenas hicieron gritar a más de uno, en un escenario donde poco importó si el cubrebocas iba en el cuello, abajo de la nariz o guardado en el bolsillo.

Con la picardía de sus versos se despidió Pinotepa Nacional, quien dio paso a Putla Villa de Guerrero con su calenda, sones, chilenas y su tradicional Carnaval, entre bellas mujeres oaxaqueñas con sus largos cabellos y piel morena, así como la coquetería de los hombres, las máscaras y los famosos tiliches que mostraban en todo momento la tradición y cultura de su pueblo.

San Pedro Pochutla también hizo alegrar corazones con el sonido del violín, el tambor y la guitarra, demostrando porque son de tierra alegre y festiva, sobre todo con la interpretación de los sones y sus muy conocidos versos.

El segundo lunes del Cerro en su edición matutina culminó de manera intensa con San Juan Bautista y su Flor de Piña, donde más de 30 jóvenes mujeres hicieron estremecer a miles con un baile que muestra también la esencia de Oaxaca.

 

Trinidad Zaachila interpretó la Danza de la Pluma

 

Lo malo

 

Ahí, en el auditorio, donde la mayoría tenía un asiento y alistaba alimentos para disfrutar los sones de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Marisela pasó un trago amargo cuando una mujer del Staff le pidió pararse de uno de los asientos del palco D junto con su menor hija, ante la sospecha que ocupaba un lugar ya vendido.

Mientras varios volteaban para ver qué sucedía ante la incomodidad de la joven madre, un adulto mayor con boleto en mano dictaba el número del asiento a la mujer del Staff, que sin disculparse pidió a la madre y a su hija volver a sentarse.

En los asientos de la última fila del auditorio, personal del Gobierno del Estado buscaba aquellos que coincidieran con los números de los boletos ya vendidos, entre el enojo de quienes se dieron cuenta que poco quedaba de la Guelaguetza para el pueblo.

La presentación de la Danza de la Pluma de Trinidad de Zaachila apenas calmó la incomodidad de Marisela, quien acudió junto con su hija para ver esa fiesta que disfrutaba desde que ella era una niña.

No es así como la recuerdo. La música también ha cambiado”, expresa la mujer a su pequeña hija, luego de explicarle el significado del penacho y el por qué de la presencia de aquellos hombres con máscaras y largos bastones.

Durante la presentación del Jarabe Mixteco, entre las notas musicales y los aplausos que hicieron vibrar el lugar, los ojos vigilantes no faltaron entre las gradas, atentos ante una posible protesta que hiciera recordar la herencia y deudas que el Gobierno saliente dejaría a la próxima administración.

 

La danza de los Diablos de Santiago Llano Grande

 

Lo peor

 

Atrás de la última fila del Palco D del auditorio Guelaguetza, decenas de reporteras y reporteros apenas lograban captar lo que acontecía con las delegaciones, el gobernador del Estado o invitados nacionales, que evitaron en todo momento ofrecer declaraciones.

Solo mujeres y hombres con cámaras en mano pudieron ingresar en las inmediaciones del Palco A, donde algunos integrantes de las delegaciones solicitaban el mejor ángulo en sus presentaciones.

Entre los bailes folclóricos y el calor que ya se sentía cerca del mediodía, los vendedores de agua, refrescos y botanas aprovechaban para ofrecer sus productos entre las y los asistentes, que no esperaban pagar 35 pesos por un bote de 600 mililitros o una bolsa de papas en 25.

Comparte con tu hermana porque no traje mucho dinero”, se deja escuchar a un padre de familia a su menor hija, mientras cuenta el dinero que deberá pagar al vendedor por un bote de agua que al exterior tiene un precio de 16 pesos.

Afuera, cerca de los principales accesos de cada palco, la presencia de estafadores o revendedores de boletos es evidente, mientras elementos de seguridad fingen no escucharlos ni verlos.

Boletos, todavía hay boletos”, se dejaba escuchar en todo momento a un hombre de sombrero, chaleco negro y tenis del mismo color, que se paseaba entre aquellos que llegaban para buscar algún asiento.

Los cuerpos policiacos, aquellos que impidieron ingresar a María Elena Ríos al auditorio Guelaguetza, luego de que en la primera edición mostrara una manta con una leyenda contra el Gobierno del Estado, permitieron la reventa de boletos y la estafa de quienes prometían la primera fila por un costo de 2 mil 500 pesos.


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