Anita, la huésped más longeva de la Casa Hogar

Anita es la inquilina más longeva de 101 años de edad de la Casa Hogar “Rufino Tamayo” que se localiza en la calle de Crespo, en esta ciudad. 

Este sábado se conmemora el “Día Nacional de las Personas Mayores” donde las y los abuelos serán apapachados por su familia. 

Por otro lado, están estos espacios donde las familias van a dejar a las personas mayores o en su caso, quienes no tienen el respaldo de nadie. 

En el hogar, hay decenas de vidas, historias y vidas que requieren de apoyo y trato digno, como el caso de Anita. 

“Ella es una mujer de excelente memoria, participativa, detallista con el resto de sus compañeros; recuerda todos los nombres; es un amor”, relata el  director de esta casa. 

La residente es un ejemplo de vida, por el gusto que tiene por ver el amanecer, disfrutar del atardecer y agradecer por lo que tiene. 

“Ella es una persona muy bella, es la de más edad. Se casó en la ciudad, no tuvo descendencia y sus sobrinas son las responsables de ella”, se informó. 

Asimismo, un varón muy fuerte de 96 años de edad habita en las paredes de este edificio que está dando las mejores condiciones para este sector que está envejeciendo después de una vida laboral y productiva. 

Anita ingresó de manera voluntaria a la casa hogar que también tiene un programa de día para quienes no quieran estar de manera permanente. 

A la mujer de más de cien años no había quien la cuidara y se quedaba sola en casa, entonces fue cuando la familia tomó la determinación de ingresarla para que contara con compañía y rodeada de gente que estaría atenta a sus necesidades. 

CASTIGO A QUIEN ABANDONE A UN ANCIANO

De acuerdo con el Código Penal para el Estado de Oaxaca, habrá sanciones para aquellas personas que abandonen a un niño o niña, a persona con discapacidad y las personas adultas mayores, a partir de los 60 años, e incluso, pueden ser objeto de prisión.  

“Cuando se lo propusieron, Anita aceptó y muy gustosa se vino a vivir acá; porque una de las condiciones es el ingreso voluntario y eso es lo que hace la diferencia con los asilos”, comentó Corres Castillo. 

En tiempos normales salían a pasear, de compras y otras actividades recreativas como atención de estilistas y otros que puedan darles ánimo. 

“Es necesario volver a retomar la cultura del envejecimiento que era considerado como lo máximo, que eran venerados los ancianos y tenían su junta de tatamandones, el círculo de ancianos y las raíces estaban fundamentadas en querer a las personas, además de aprender a envejecer para entender que es una etapa de la vida que se debe disfrutar con todos los bemoles”, mencionó. 

30 AÑOS DE TRABAJO

Son 30 años de funcionamiento de este inmueble donde hay espacios de terraza, cuartos compartidos para dos personas con baño, clóset, y todo completo; así como zonas amplias para la comodidad, salón de usos múltiples para la terapia ocupacional y área de terapia física, entre otros. 

En este mes, desde este espacio también estuvieron festejando la conmemoración del natalicio de Rufino Tamayo este  26 y quien dejó este sistema de atención para este sector y que ahora depende del sistema DIF Nacional. 

Por eso se realizó una presentación de los talleres entre otras actividades para festejar estas fechas, sin permitir el ingreso de personas ajenas para evitar poner en riesgo la vida de residentes. 

Son 30 historias

La casa de asistencia “Rufino Tamayo” alberga a personas en abandono total o parcial y en el programa de día van aquellos que buscan distracción y aprender algunos oficios.  

En cada vida se envuelven enfermedades crónico-degenerativas, diabetes, hipertensión, problemas cardíacos y cuestiones infecciosas. 

El director, Octavio Manuel Corres Castillo, señaló que al morir, aquellos totalmente olvidados es la directiva de la casa que depende del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia la que se hace  cargo de los funerales.   

Esta casa hogar cuenta con médicos geriatras, internistas, psicología, odontología, terapias físicas, entre otros. La mayoría está sin cubrir costo alguno, algunos tienen a sus familias en la Casa de Día con pequeñas recuperaciones económicas. 

El programa de día está suspendido en estos momentos, así como las visitas y la salida o entrada se suspende para no exponer a hombres y mujeres adultos mayores. 

Asimismo, algunos están en sus hogares porque se fueron con sus familiares en medio de esta pandemia por Covid-19.