Aumentan en Oaxaca casos de ansiedad y depresión
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Aumentan en Oaxaca casos de ansiedad y depresión

La pandemia por Covid-19 generó un incremento de padecimientos mentales como la depresión, la ansiedad y la ideación del suicidio


Aumentan en Oaxaca casos de ansiedad y depresión | El Imparcial de Oaxaca

Mientras la entidad presentó un aumento de hasta el 50% de casos de depresión y ansiedad como consecuencia de la pandemia por Covid-19, el presupuesto para la salud mental disminuyó de manera considerable no solo para el estado sino para el resto del país.

En México, el presupuesto para esta área fue de poco más de 3 mil 353 millones de pesos en 2013, cuando empezó a disminuir de manera gradual hasta los 3 mil 033 en 2020 y hasta en 3 mil 031 en el presente año, que representa 9.6% menos que hace ocho años.

La situación se muestra complicada para estados como Oaxaca, donde la pandemia generó un incremento de padecimientos mentales como la depresión, la ansiedad y la ideación del suicidio, como consecuencia de esta nueva enfermedad que obligó al confinamiento, generó desempleo o crisis financiera en diferentes sectores, así como mayor violencia en los hogares.

De acuerdo con un documento en poder de EL IMPARCIAL, el Gobierno federal  disminuyó en más del 90% el presupuesto para salud mental en la entidad de 2017 a 2021, al pasar de 11 millones a 700 mil pesos.

Para las autoridades de salud, esta reducción podría deberse al cambio de programas para la atención de la salud mental y la redistribución de gasto, en perjuicio de los pacientes con enfermedades mentales.

Pese al presupuesto anunciado para este año por el Gobierno federal, las autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) esperan una modificación antes de que este sea liberado, con la confianza de contar con el recurso suficiente para el área de salud mental.

Registran este año 521 casos de depresión

Aunque las estimaciones desde 2020 señalan el aumento de hasta el 50% de casos de depresión y otras enfermedades mentales, lo cierto es que este panorama apenas se observa en las estadísticas de la Secretaría de Salud federal.

Hasta la semana epidemiológica 26 de este año, la Secretaría de Salud federal registró 521 casos de depresión, a diferencia de los 628 de 2020 en el mismo periodo. De los datos de este 2021, 161 fueron en hombres y 360 en mujeres.

Alicia

De 42 años de edad, Alicia ha tenido tres episodios de crisis de ansiedad en lo que va de la pandemia de Covid-19, que le han generado un gasto de poco más de 5 mil pesos en la compra de medicamentos y sesiones de masaje para relajarse.

Sin dejar de trabajar un solo día en el sector comercial, Alicia refiere que las crisis de ansiedad no solo le han generado adormecimiento en las piernas, ronchas en el cuello y sensación de comezón en los brazos, sino también insomnio por las noches.

“Nunca me había pasado esto y los médicos tardaron en darse cuenta qué es lo que tenía. El último de tres médicos que consulté se dio cuenta de mi crisis de ansiedad y me dijo que los síntomas que presentaba desaparecerían en 15 días o cuando decidiera tomar las cosas con más calma”.

Alicia, madre de dos niños de 7 y 9 años de edad, señaló que la primera crisis de ansiedad inició dos semanas después de empezar las clases a distancia, cuando tuvo que atender su trabajo y vigilar que sus hijos pudieran conectarse sin contratiempo alguno.

“Mi estrés o mi ansiedad llegó a tal nivel, que mi cuerpo empezó a manifestar diversos síntomas. Yo tuve que asumir la función de estar con mis hijos en sus clases en línea porque mi esposo es desesperado y me estresaba más escucharlo cuando les gritaba para que pusieran atención y no se la pasaran jugando”, expuso.

Comerciante y dueña de una tienda de abarrotes, Alicia cuenta que la ansiedad empeoró cuando a ella y su esposo les dieron aviso que el ciclo escolar iniciaría a distancia y tendrían que comprar una computadora nueva para que los dos niños pudieran tomar sus clases, sin necesidad de un teléfono o tableta.

“Por recomendación de un amigo doctor, fui a sesiones de masaje para relajarme y sí me ayudó. Ahora cada vez que tengo sensación de adormecimiento en las piernas, voy de nuevo con la masajista que me cobra 600 pesos”, señala.

La mujer afirma que optó por este método para controlar su ansiedad, además de aceites y esencias, ante el temor de caer en depresión como sucedió con una de sus hermanas, quien se mantuvo al menos una semana en cama, sin ganas de comer ni salir.

“Mi hermana sí la pasó mal y no supimos a quién recurrir. Hablamos a una línea telefónica para que la orientara algún psicólogo, pero poco sirvió; no es lo mismo atención presencial que a distancia”, expresa.

Cambios por pandemia, generaron padecimientos mentales

Hace apenas unos meses, la responsable estatal de Salud Mental de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Erika Ruiz Santiago, afirmó que el incremento de la depresión, ansiedad, violencia, ideación de suicidio, se generó por el cambio en la dinámica de convivencia familiar, el aislamiento, la alteración de la economía, entre otros factores generados por la pandemia.

La situación se complicó en aquellas personas con enfermedades crónico-degenerativas, que ante los contagios solían presentar tristeza, depresión o ansiedad, por formar parte de los grupos de mayor riesgo y ante el miedo de no encontrar atención médica a tiempo.

A estas fechas, como en el inicio de la emergencia sanitaria, Oaxaca presenta nuevamente un incremento en casos de depresión y ansiedad, por los cuales las personas no suelen acudir a un médico por temor a los contagios o creer innecesario el gasto en consulta si no hay malestares físicos.